REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE CARACAS
SUBDIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
DOCTORADO EN CULTURA Y ARTE PARA AMÉRICA LATINA Y ELCARIBE
Curso
de Postgrado no conducente a Título:
Culturalidad Africana Latinoamericana y Caribeña
Profesor:
Dr. José Marcial Ramos Guédez
Participante: Manuel Bas
Caracas, 11 de julio
de 2017
EL REY AZÚCAR Y SUS SÚBDITOS ESCLAVIZADOS NEGROS
"La esclavitud no nació del racismo; más bien podemos decir que el
racismo fue consecuencia de la esclavitud. El trabajo no libre en el Nuevo
Mundo fue moreno, blanco, negro, amarillo, católico, protestante y pagano. La
servidumbre de los blancos fue la base histórica sobre la que se construyó la
esclavitud de los negros. La razón era económica , no racial; no tenía que ver
con el color del trabajador, sino con los bajos costos de su trabajo. (Eric Williams, 2011, pp. 34 y 49).
"La servidumbre de los blancos fue la base histórica sobre la que
se construyó la esclavitud de los negros. La razón era económica, no tenía que
ver con el color del trabajador, sino
con los bajos costos de su trabajo". (Eric William, 2011, p. 49).
"El negro, también, iba a tener su lugar, aunque no lo pidiera:
era el sol abrasador de las plantaciones de azúcar, tabaco y algodón del Nuevo
Mundo". (Eric Williams, 2011, p. 30).
"La vida humana, dice Ortega, es un gerundio. Es decir una forma
progresiva: un estar siendo, y un participio
pasivo. La identidad, como la vida, es un gerundio, un continuo hacerse del
ser". (José Ortega y Gasset, citado por Miguel Rojas Mix, 1991, p. 32).
Introducción
El título de esta
investigación, algo sugestivo, es una metáfora de lo que significó la azúcar en
América Latina y el Caribe en el sentido de la demanda de este producto en
Europa; y que a su vez demandó grandes contingentes de seres humanos para
trabajar como esclavos en las plantaciones, no obstante, ambos elementos
(plantaciones de caña de azúcar y mano de obra esclavizada negra africana),
contribuyeron a redimensionar el concepto de esclavitud que se conocía en mundo antiguo, pasando a ser a partir de la modernidad,
una cuestión de color de la piel, en la que la Iglesia Católica y los Estados hegemónico
de Europa impusieron a la gente de piel negra la esclavitud y la servidumbre
por mandato divino, la gente de color estaba maldita por Dios; construyendo de
esta forma una metanarrativa, donde tomaron parte clérigos, eruditos,
académicos, teniendo la biblia como respaldo y las obras de intelectuales para
justificar el acto vil de la esclavitud
negra. Esto, naturalmente contó con la anuencia de los líderes políticos del
continente africano que vieron en el comercio del ébano humano una rentable
industria. Sin embargo, sin proponérselo, el binomio Iglesia-Estado crearon las
bases para la difusión a nivel intercontinental de la cultura humana de África
Occidental, que hoy es lo verdaderamente meritorio como aporte a la cultura
latinoamericana y caribeña, que es de algún modo, el objetivo de esta
investigación, difundir estos valores universales.
Al binomio Iglesia-Estado, se le unió más
tarde el capitalismo europeo, que si bien no escribió el macrorrelato que
justificaba la "trata de negro" su actitud pasiva e hipócrita, es
igualmente condenable. Quizá, los elementos diferenciadores de la esclavitud de
la antigüedad con la de la modernidad radica en las siguiente variables: la
condena divina a través de la maldición bíblica, en la que los individuos de
piel negra debían de ser esclavos, dogma no existente antes del Renacimiento;
otro factor fue el tráfico intercontinental a gran escala de numerosos
contingentes de seres humanos para trabajar en las plantaciones en América como
mano de obra esclavizada, que casi despobló a África Occidental, en la que
seres humano pasan a ser objeto de cambio, cosa no ocurrida en el mundo
clásico, al menos no en esa magnitud, pues en aquel entonces, el esclavo se obtenía como botín de guerra. Y
la participación del capital europeo en la manufactura de la azúcar, que
dependió fundamentalmente de la mano de obra esclavizada, este rubro a su vez
jugó un papel de importancia en la Revolución Industrial en Europa, y al
desarrollo de empresas navieras y puertos o factorías en el viejo mundo y en la
costa occidental de África..
El Rey Azúcar quiso imponerle a sus
súbditos esclavizados negros además de su opresión y su fuerza de dominación,
patrones culturales ajenos a sus modus vivendi , convirtiéndose las plantaciones
de caña de azúcar en mayor grado, que las de otros cultivos, no solo un
escenario de humillación y abuso de todo género; sino, que fue para los negros
esclavizados, un espacio, aunque de manera solapada, para que su cultura no se
extinguiera, y al propio tiempo, a través de sus cantos, bailes, músicas y religiones
nativas, constituyeron una especie de "catarsis" para soportar con
estoicismo sus sufrimientos. Su cultura siempre estuvo encubierta con los ritos
de la Iglesia Católica europea como una manera de disfrazarlos, y de esta forma
se explica cómo han llegado hasta nuestros días, su panteón ancestral, como creación fundamental
de la cultura humana. Me atrevo a asegurar, sin temor a equivocarme, y la
práctica lo demuestra, que las armas más poderosas que encontraron nuestros
hermanos esclavizados negros, no solo para su supervivencia física, sino
también para la cultural y espiritual fueron la danza, la música, el baile y la
religión, muy emparentados por cierto, para que su legado cultural estuviera
presente hoy en nuestra cultura y patrimonio mundial.
La Esclavitud un Concepto
Polisémico
El comercio de esclavos negros a gran escala
comenzó en América a partir del siglo XV. Burgos (s. f.) señala que en África el
comercio de esclavos era una práctica normal, había un comercio local, ya
existente antes del siglo XV. La diferencia de esta trata de esclavo, con la
llevada a cabo por los europeos a partir del Descubrimiento de América, es que
un comercio ocasional que ya existía en el Oriente Medio que procedía del botín
de guerra, se convierte en una gigantesca empresa de tráfico humano que no
tiene igual en la historia de la humanidad, y es a su vez, la más documentada.
Como se sabe, según Burgos (ob. cit.), la
esclavitud desde la antigüedad hasta los siglos XV y XVI, era una institución
universal, y nada tenía que ver con una cuestión racial, tampoco implicaba
inferioridad racial. El esclavo en la sociedad africana existía antes de la
llegada de los europeos al África Occidental como un comercio normal, en la que
se podía venderse un esclavo a otra persona del lugar o a un extranjero. Esto,
como es natural funcionaba con la complicidad de los dirigentes africanos de la
época, el esclavo era considerado como una propiedad privada reconocida por las
leyes. Para este autor, la explicación es simple, es que en África la propiedad
pública de la tierra no producía renta, únicamente los frutos de ella, de allí
la importancia de la mano de obra
esclava.
La esclavitud según Díaz (2005) existía
desde el mundo antiguo, era justificada por el Estado y la Iglesia. En la Biblia aparecen episodios
referida a la esclavitud de los hebreos por los egipcios, la de los babilonios
a israelitas, la relación de amo-siervo era considerada como una justa gradación
social, tesis sostenida por Aristóteles; pero no era un atributo exclusivo de
la gente de piel negra. Para Díaz (ob. cit.): "La esclavitud del hombre
por el hombre representa una etapa avanzada en el desarrollo de la Institución
si se tiene en consideración que originalmente los cautivos eran, por lo
general, condenados a muerte". (p. 17). Griegos y romanos de la antigüedad
sostuvieron el criterio de que el sistema económico indo-europeo debería
basarse en la explotación de esclavos. Las campañas militares grecorromanas en
África dio paso a la entrada de negros africanos esclavos en Europa quedando
reconocida como una Institución con vigencia dentro del Estado europeo.
Según Hugh Thomas (1998), el historiador
Heródoto comentaba la existencia de la trata
de negros por parte de los egipcios, sin embargo, no todos los africanos
negros en el Mediterráneo eran esclavos. Díaz (ob. cit.) sostiene la tesis que
tanto en Grecia como en Roma los esclavos eran cautivos proveniente de la guerra,
la esclavitud representaba una de las principales instituciones de la
antigüedad. Las tumbas prehistóricas del Bajo Egipto revelan que hacia el
octavo milenio antes de Cristo el pueblo libio esclavizó una tribu de
bosquimanos". Díaz, ob. cit., p.66). Sobre este tema, está de acuerdo
también Eric Williams (2011).
A principio del Imperio Romano uno de cada
tres habitantes era esclavo, inclusive los esclavos jugaban un papel importante
en el desarrollo económico del Imperio. La esclavitud de ningún modo debe ser
entendida, al menos antes del siglo XVI, como sinónimo de inferioridad racial,
el concepto de raza aparece en el siglo XIX europeo, ni por cuestiones
relacionadas por el color de la piel. Eric Williams (2011), al respecto apunta,
que el sucesor inmediato de la esclavitud del indio en América no fue el negro,
sino el pobre blanco (siervos por contrato) o blancos vendidos por los dueños
de los barcos, por incumplimiento de acuerdo al mejor postor. Profundizando este
punto, señala Eric Williams (ob. cit.), lo siguiente: "La esclavitud no
nació del racismo, más bien podemos
decir que el racismo fue consecuencia de la esclavitud. El trabajo no libre en
el Nuevo Mundo fue moreno, blanco, negro y amarillo, católico, protestante,
pagano". (p. 34).
Siguiendo a Hugh Thomas (1998), apunta que
en Sevilla en el siglo XV se podía encontrar igual que en otros lugares de
España, moros y moriscos esclavos blancos capturados en la guerra de Granada o
las del Mediterráneo. Los musulmanes, por ejemplo, creían justificada por el
Corán capturar y esclavizar a cristianos. También habían hombres blancos
esclavizados en Italia para esa época. De modo que la esclavitud negra, desde
la antigüedad hasta el siglo XVI de ningún modo debe ser entendida como
inferioridad racial, ni mucho menos por el
color de la piel. A partir de los
siglos XV y XVI, con la "trata
de negro" de los europeos con la complicidad de líderes africanos el
concepto de esclavitud va a cambiar, no sin el respaldo de la Iglesia Católica,
y los Estados europeos involucrados en el tráfico humano y los grandes
capitales de Europa, en la que este último encontró en la explotación del
azúcar una manera de justificar la esclavitud negra traída de África a gran
escala, considerando además a la gente de piel negra como inferior para
justificar esta aberración, en este sentido, la esclavitud negra de manera
exclusiva no tiene precedente en la humanidad. Esta investigación se encuadra,
desde los tres tiempos de la historia de Fernand Braudel, en el primero referido
al tiempo de larga duración y estructural, debido puede ser analizado desde la
antigüedad hasta la actualidad, es un fenómeno histórico que todavía tiene
repercusión en nuestra sociedad actual.
Legitimadores de la
Esclavitud Negra: Estado-Iglesia-Capitalismo
El Estado, la Iglesia y el Capital han
sido aliados en la justificación de la esclavitud negra promocionada a partir
del siglo XV, creando todo un andamiaje teórico, para que de la manera más vil
institucionalizarla, y considerar además la trata de negros como un gran
emporio comercial justificado. La diferencia entre la esclavitud del mundo
antiguo, con la practicada por los europeos a partir de la modernidad radica en
que en la antigüedad el esclavo provenía de los botines de la guerra, y que
algunos casos eran comercializados, en los tiempos modernos el esclavo negro se
originaba del comercio indiscriminado, en la estigmatización de la gente de
color, y el tráfico a gran escala interoceánico, patrocinada por toda una
doctrina escrita por teólogos, eruditos, estadistas; toda una metanarrativa,
creada, como diría Ángel Rama, por la "ciudad letrada". El estímulo
principalísimo de la trata de negro, era, aunque no al principio, la producción
de "oro blanco" de los árabes: el azúcar.
La mayoría de los investigadores están de
acuerdo que la caña de azúcar procede de Nueva Guinea de allí se extendió por
Borneo, Sumatra e India, la literatura hindú la refiere cronológicamente 3000
años a. de C. Cristóbal Colón, en su segundo viaje en 1493 la introdujo en
América, en la isla La Española (República Dominicana y Haití). En 1501 dichas
plantas se extendieron por Cuba, Centroamérica y Suramérica. Este hecho va a
ser trascendente, debido a que tiempo después su explotación va exigir, a gran
escala, mano de obra para producir azúcar en el Caribe y América del Sur, que
fue traída de África. La caña de azúcar encontró en la cuenca caribeña un clima
apropiado, de allí que fue en esta región americana donde estuvo la mayor
concentración de su cultivo y de población africana. Es por ello que la mayor
parte de los especialistas en temas caribeños están de acuerdo que la
esclavitud es clave para comprender el Caribe, a lo que yo le agregaría también,
las plantaciones de caña de azúcar, dos caras de una misma moneda.
El tráfico de esclavos negros desde África
Occidental comenzó en el siglo XV (1441) por los portugueses, y se estima que
desde 1492 a 1789, según André Gunter Frank (1979) fueron traídos a América unos
13.750.000 esclavos negros del Congo, Angola, Benín, entre otras. El hombre
paso a ser objeto de cambio, una mercancía más. En principio el monopolio de la
trata de esclavos traídos de África Occidental la tenían los portugueses, pero esta
no duró mucho tiempo. Hacia el siglo XVII se incorporaron al negocio España,
Inglaterra, Francia y Holanda quienes se disputaban tal empresa. En principio
un comercio ocasional, se convierte en una de las más gigantescas empresas de
tráfico humano sin precedentes en la historia de la humanidad, en la que los negreros
abastecedores eran los responsables de lubricar tan nefasta maquinaria.
(Burgos, s. f.). Para Díaz (2005):
... el Negrero, el
Estado y la Iglesia cooperaron con el afianzamiento de esta institución
esclavista negra en Occidente. El negrero justificó su negocio acogiéndose a
las doctrinas sostenidas por el Estado y la Iglesia. Arrancar al negro de las
entrañas de África era una labor humanitaria y cristiana porque se estaba
transformando un salvaje, un hereje, en un individuo capaz de disfrutar de los
goces de la civilización occidental. (p. 18).
Al respecto,
cabe destacar lo señalado por Torres en Ministerio del Poder Popular para la
Cultura/Centro Nacional de la Historia/Archivo General de la Nación (2010), la
Iglesia Católica empleó los conceptos de
pecado y salvación de manera
discriminativa durante los siglos XVI y XVII, teniendo a la Biblia como
criterio de verdad mezclada con imaginarios y leyendas antiguas empleados como
práctica de la "teología de la sumisión", para imponer una filosofía
de la servidumbre acompañada de mentiras y medias verdades, deformaciones y
prejuicios, para dibujar una historia de un pasado oprobioso del negro. Siguiendo
esta idea, Gil y Duque en Ministerio del Poder Popular para la Cultura/Centro
Nacional de la Historia/Archivo General de la Nación (2010), señala:
... los
sermones a los esclavos trataban de inculcar la sumisión, la conformidad y la
obediencia abrirán el camino a los negros al paraíso, igualmente haciendo
apología sobre los negros que eran descendientes directos de Ham Caín y otros
personajes malvados de la Biblia; la predicación fue un instrumento de
presión ideológica muy importante en
América del Norte, en donde la inmensa mayoría de los negros eran analfabetos.
(pp. 39-40)
Según Prieto en Centro Estudios del Caribe
de la Casas de las Américas (2008), a fines del siglo XVI los iberos percibían
que las sociedades se dividían en dos
grandes grupos: los menos civilizados, territorios habitados por seres
primitivos en la extensa cuenca del Atlántico (Verde Mar de las Tinieblas) o
(Mare Tenebrarum o Mare Tenebrorum) como lo denominaban en la Edad Media los europeos, y los más civilizados,
sociedades clasistas con Estados y aristocracias y élites dirigentes de Europa
Occidental.
Eric Williams (2011), refiere que en el
año 1455 el Papa Nicolás V le otorga al Rey Alfonso V de Portugal la Bula Romanus Pontifex en la que cede de
manera exclusiva todas las islas, tierras, puertos y mares conquistados en las
regiones que se encuentran desde los cabos de Bojador y de Nam a través de toda
Guinea y más allá hasta la orilla meridional. Esta disposición papal es
complementada con la Bula Dum Diversas (1452) en la que se autoriza a Alfonso
V de Portugal a esclavizar a los
infieles de África Occidental. Según Valero (2004/2005), el tráfico de esclavos
negros de África Occidental obedece a que 1493 Constantinopla cae en manos de
los turcos otomanos interrumpiéndose el flujo de esclavo proveniente del
Mediterráneo Oriental y alrededores del Mar Negro, razón por la cual los
portugueses comienzan a traer esclavos a lo largo de la costa occidental de
África.
En este mismo orden de ideas, Alejandro
VI, en Cortés (Comp.) (1971), dicta el 3 de mayo de 1493 la Bula de Concesión a
los reyes católicos Fernando de Aragón e Isabel la Católica permiso para tomar
posesión de las islas y tierras firme descubiertas y que se descubrieran en la
misma forma y con las mismas gracias dispensadas a los reyes de Portugal en lo
que a descubrimiento de África, Guinea y Mina. Este mismo Pontífice, el día
siguiente dicta la Bula sobre el reparto de las tierras descubiertas entre
España y Portugal, donde, entre otras cosas, se puede leer con lo siguiente:
... querías... proseguir del todo
semejante empresa, i (sic) debáis con
ánimo pronto, y zolo (sic) de
verdadera Fé (sic), inducir los
pueblos, que viven en las tales islas, i (sic)
tierras, que reciban la Religión Christiana (sic)... i (sic) de
plenitud del poderío Apostólico, todas las islas, i (sic) tierras firmes halladas i (sic)
que se hallaren descubiertas, i (sic)
que se descubrieran azia (sic) el
Occidente. (pp.5-6).
Más tarde, en 1531 el Papa Clemente VII en
Cortés (Comp.) (1971), expide la Bula
Erección del Primer Obispado de Venezuela donde se puede leer lo siguiente:
... mediante la las nuevas fundaciones de
pueblos, nueva gente se llegue a la Santa Madre Iglesia, y la confesión de su Cristiana Religión, y de la Fé (sic)
católica se levante, extienda y florezca, y los naturales habitantes de ellos
fortalecidos con la doctrina... (p. 56)
Las disposiciones papales no cesaron y
estuvieron presentes a lo largo de los 300 años de dominación colonial. A ellas
se le suman las reales cédulas con un mismo propósito mancomunado: la
dominación. El Rey Carlos IV de España por intermedio de Antonio Potier el 31
de mayo de 1789 en Cortés (Comp.) (1971) expide las "Disposiciones Regias
para la Educación, Trato y Ocupación que había de darse a los Esclavos en las
Colonias de España en América Real Cédula e Instrucción" (Código Negro),
en el que, entre otras cosas expresa:
Todo
poseedor de esclavos de cualquier clase y condición que sea debe instruirlos en
los principios de la Religión Católica y en las verdades necesarias para que
puedan ser bautizados dentro del año de su residencia en mis dominios
cuidándoles que se les explique la Doctrina Cristiana... (p. 179).
No faltaron además juristas, teólogos,
eruditos que trataran de justificar el derecho de esclavizar a los negros y su
tráfico a América, y de su estigmatización. Torres en Ministerio del Poder
Popular para la Cultura/Centro Nacional de la Historia/Archivo General de la
Nación (2010), refiere que Alonso Sandoval, teólogo jesuita escribió en 1627 el
"Tratado sobre la Esclavitud" donde expone que los descendientes de
Caín son los negros, él y toda su generación están malditos, por lo tanto deben
ser esclavos y siervos, el Creador les echó tizne en la piel (tez) como signo
de castigo, y como castigo pertenecen a una cultura inferior y a una religión
diferente a la cristiana. Sólo el agua bautismal volverá a sus ánimas blancas.
Lo negro no es bueno.
En esta idea Hugh, Thomas (1998) sostiene,
que Alzurara Gomes Eannes, cortesano del hermano del Rey de Portugal (Enrique
el Navegante) sostuvo la idea de que Ham Caín, su propio padre, Noé lo maldijo
al verlo desnudo y borracho, por ello su descendencia se habían vuelto negra,
formando parte de la tradición tanto cristiana como musulmana. En esta tesis,
Gil y Duque en Ministerio del Poder Popular para la Cultura/Centro Nacional de
la Historia/Archivo General de la Nación. (2010), apunta que Caín y otros
personajes son las personas "perversas y malvadas" de la Biblia. La obra
Crónica del Descubrimiento y Conquista de Guinea y otros Relatos de Alzurara Gomes Eannes fue escrita en 1493
dedicada al Rey de Portugal donde sostiene la teoría antes mencionada sobre la
maldición de Noé a su hijo Caín. Una tesis similar sostiene fray Juan de
Torquemada en su obra "Monarquía
Indiana" escrita en 1615, donde expresa la desigualdad racial como
imposición divina.
Thomas Hugh (1998) refiere que en 1576 el
jesuita fray García Simaes —refiriéndose a África—, lo siguiente: "Aquí se encuentran todos los esclavos que se
puedan desear y no cuestan nada. Con
excepción de los jefes, casi todos los nativos nacen en esclavitud o son reducidos a esta
condición al menor pretexto". (p.
549). Este autor refiere además que fray Martín Alfonso de Córdova
(sacerdote agustino), en 1460 aducía que los bárbaros vivían sin ley y que los
latinos eran quienes tenían la ley, por lo tanto podían capturarlos y hacerlos
esclavos. Sobre este tema, refiere Bonfil Batalla (1990), la superioridad natural que asumía el colonizador, no se limitaba
a su convicción de que profesaba la única verdad, de esa convicción derivaba
necesariamente en una afirmación de superioridad en todos los órdenes de la
vida.
El otro factor fundamental que impulsó la
esclavitud negra en América, que encontró el respaldo del binomio
Estado-Iglesia fue el económico. Eric Williams (1998), señala que la principal
razón para la trata de negros, fue económica, no racial, no tenía que ver con
el color de la piel del trabajador, sino con los bajos costos de su trabajo,
aunque se empleó como retórica para justificarlo. No tiene que ver tampoco con
el clima. Guerra (1998), sostiene:
Cuba,
Jamaica y Haití se convierten en los más poderosos centros del sistema de
plantación del Caribe. Después del fracaso en las búsquedas de oro que costó la
desaparición del indígena antillano, el azúcar adquiere gran estimación en el
mercado europeo y necesitó de miles de africanos para constituir la fuerza de
producción de las colonias esclavistas. (p. 60).
Los dueños de las plantaciones apoyaron la
idea de la Iglesia y del Estado para la justificación de la mano de obra
esclavizada negra a bajo costo, y en gran número. El azúcar era una industria
de esclavos negros explotada de manera extensiva, una solución económica en
ciertas circunstancias históricas del problema de la mano de obra en el Caribe
donde la caña de azúcar se aclimató de manera excepcional mejor que en otra
parte de América. Eric Williams (2011), sostiene la idea de que sin la mano de
obra esclavizada negra el desarrollo de las plantaciones de caña de Azúcar en
el Caribe entre 1650-1850 no se hubiera
intensificado, ni tampoco la trata de negro. De modo que la esclavitud
negra de la modernidad tiene como características esenciales el tráfico de
hombres negros llevados de África Occidental a gran escala a América,
mayoritariamente en el Caribe, no fue producto del botín de guerra como en la
antigüedad, sino más bien resultante del comercio entre nativos y europeos, en
la que el hombre pasa a ser objeto de cambio, el Estado y la Iglesia Católica
crearon toda un metarrelato en la que expresa que el hombre de piel negro está
maldito por Dios por ello deben ser esclavos.
Los Esclavos Negros del
Middle Passage
Derek Walcott (1992) refería en su
Discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura. "La Herencia
Remota. Las Antillas: fragmentos de una memoria épica", la travesía en el Océano Atlántico del
comercio triangular de esclavos negros africanos: Europa-África América, en la
que millones de africanos fueron embarcados para ser llevados al Nuevo Mundo,
expresa, Walcott, en tono poético "la
mar gime con los ahogados del Middle Passage, con la matanza de sus aborígenes:
caribe, arahuaco, taino... el genio antillano está condenado a contradecirse,
es un sinónimo de los pedazos separados del continente originario". (p. s/n.). A este respecto, González Ñánez en
Universidad de Magdalena (2008), refiere que el número de esclavos traficados
hacia América, fue mayor en el Caribe y en el golfo de México. El Caribe para
entonces se convirtió en una suerte de "Mar Mediterráneo americano",
que tuvo, no el único, pero sí su principal suscitador de demanda de mano de
obra esclavizada negra africana, el cultivo de la caña de azúcar en las
plantaciones.
André Gunter Frank (1979), señala que
desde la costa de Angola a los puertos de Santo Tomé y América se transportaron
3.000.000 de esclavos, trayendo como consecuencia que las zonas más pobladas de
África como el Congo, Angola en el siglo XVII estaban despobladas. En el siglo
XVI-XVIII y XIX en el golfo de Guinea y
el valle de Mozambique, se habían desarrollado estados militares basados en el
comercio de esclavos negros. El ciclo comercial o triangular intercontinental
Europa-África-América, partía desde Europa hacia África Occidental a donde
llevaban productos para ser intercambiados por el ébano negro que posteriormente
eran vendidos en las plantaciones del Caribe (mayoritariamente), y desde este
lugar se llevaban para el viejo mundo principalmente azúcar, tabaco y algodón.
Las plantaciones de caña de azúcar, según Eric Williams (2011) requerían grandes contingentes de trabajadores baratos
convirtiéndose de esta manera las pequeñas granjas en bastas factorías de
magnates capitalistas absentistas. Los
ingleses, en estos menesteres jugaron un papel de importancia, la primera
expedición inglesa de tráfico de esclavizados negros de África fue
protagonizada por Sir John Hawkins en 1562 para ser vendidos en las Antillas.
Hacia 1660, apunta Eric Williams (ob. cit.), terminada la guerra civil en
Inglaterra, ya estaba lista para emprender el negocio comercial de la azúcar y
el tabaco en el Nuevo Mundo, el cual se estima que fueron transportados 303.737
esclavos negros entre 1783 y 1793 (una década) hacia el Caribe, traídos de
Senegal, Costa Dorada, Nigeria y Dahomey. El comercio británico, impulsó, como
nunca antes, la exportación de esclavos negros para impulsar el rentable
comercio de la azúcar, "...los
negros, la más importante exportación de África, y el azúcar, la más importante exportación de las Antillas".
(Eric Williams ob. cit., p. 100).
Según Guanche (2006) en Centro de Estudios
del Caribe de la Casa de Las Américas (2007), refiere en relación al tráfico de
esclavos lo siguiente:
... el
tráfico transamericano y caribeño, como proceso complejo y diverso
estructuralmente relacionado con el poblamiento de los espacios continental e
insular, y con el crecimiento socioeconómico de las colonias y en dependencia de los conflictos bélicos de
las metrópolis europeas. (p. 224).
Este autor (ob. cit.), además de lo
señalado sostiene la tesis de que el territorio de las actuales Islas Vírgenes
estadounidenses, cuando eran colonias danesas, también arribaron esclavos a
Cuba, ya que Dinamarca había colonizado Saint Thomas desde 1666 y durante el
siglo XVIII las islas prosperaron como centro de comercio de esclavos y de la
producción de azúcar. Siguiendo a Guanche (ob. cit.):
Estos
esclavos podrían ser traídos de
cualquiera de los puertos de transito y distribución de esclavos. En la costa
Atlántica, bien podían venir de los barcos que depositaban su mercancía en La
Habana y eran redistribuidos hacia Veracruz y Campeche (Nueva España); bien los
que eran depositados en La Guaira y Cumaná para ser redistribuidos a través de
Cartagena de Indias (Nueva Granada); bien los que eran depositados en Buenos
Aires y Montevideo (Río de la Plata) y luego reembarcarlos hacia Rio de
Janeiro. En la costa del Pacífico, los que eran desembarcados en Acapulco y
luego redistribuidos en Panamá, Lima, El Callao y Valparaíso. (p. 227).
Ahora bien, del tráfico transamericano y
caribeño de negros africanos esclavizados existe documentación en diarios de la
época cubanos sobre su comercio, donde se describen, como en los hoy "avisos
clasificados" de los periódicos sus oficios y procedencia, muchos de ellos
no tienen que ver directamente con las actividades en las plantaciones de caña
de azúcar , pero cabe destacar, que las plantaciones de este rubro requería el
empleo de mano de obra de diversos oficios como cocineros, lavanderas,
barberos, entre otros, para poder asistir a los grandes contingentes de
trabajadores esclavizados de las haciendas en su cultivo directo. Sobre este
particular, Guanche (2006) en Centro de Estudios de la Casa de Las Américas
(2007), refiere documentación de la época de los negros africanos esclavos que
se ofrecían en diarios de La Habana, Cuba. Referiré algunos casos, sólo para
ilustrar:
-Papel Periódico de La Habana del 17 de
marzo de 1791 ofrece en venta un negro inglés cocinero, barbero y peluquero.
-Papel Periódico de La Habana del 19 de
agosto de 1792 ofrece en venta un negro procedente de Jamaica de oficio albañil
y carpintero.
-Papel Periódico de La Habana del 27 de
agosto de 1795 ofrece en venta mulato llamado Justo de oficio zapatero
procedente de Caracas.
-Papel Periódico de La Habana del 17 de
mayo de 1799 ofrece en venta a un negro procedente de Santo Domingo de oficio
albañil.
-Papel Periódico de La Habana del 9 de
diciembre de 1802 ofrece mulato calesero procedente de Cartagena de Indias.
-Diario del Gobierno de La Habana del 22
de septiembre de 1810 ofrece en venta un calesero procedente de Mérida, México.
-Diario del Gobierno de La Habana del 2 de
octubre de 1814 ofrece negro panadero oriundo de Cartagena de Indias.
-Diario del Gobierno de La Habana del 6 de
enero de 1818 ofrece en venta un negro de Santo Domingo de oficio sastre y
calesero.
-Diario del Gobierno de La Habana del 18
de julio de 1828 ofrece en venta una mulata de Guatemala de oficio lavandera.
Sobre la mano de obra empleada en las
plantaciones de caña de azúcar cabe citar al historiador costumbrista cubano
Cárdenas y Rodríguez (s. f.) en Bueno
(Comp.) (1985) quien expresa sobre la
mano de obra empleada, el ingenio, predio, hacienda o finca, son tierras
cubiertas de caña, con las casas, las máquinas, los hornos, para elaborar la
azúcar, que requiere además, un administrador, refaccionistas, operarios,
artesanos, capataces, mayorales, sembradores, carpinteros y operarios de
máquinas...
El
comercio de la esclavitud negra impulsó el cultivo de la caña de azúcar en las
plantaciones y la producción de azúcar; y ésta a su vez, impulsó además
la industria naval, y al desarrollo de puertos tales como Bristol,
Liverpool y en Inglaterra. El comerciante
de la azúcar se ubica entre los capitalistas más poderosos de la época
mercantilista, y va a ser la base en este país de la Revolución Industrial. De
modo que el tráfico de negro a gran escala obedeció a razones económicas, fue
determinante también para que Inglaterra, una vez agotado este modelo económico
decidiera abolir la esclavitud entre sus dominios en las Indias Occidentales. A
este respecto, Adams Smith citado por Eric Williams (ob. cit.), refiere:
"La experiencia universal demostraba de manera concluyente que el trabajo
hecho por esclavos, aunque parezca que solo su manutención es, en fin de
cuentas, el más caro de todos". (p. 32). Esto naturalmente ocurrió en la
medida que la Revolución Industrial cristalizó, tesis sostenida también por
Adams Smith.
Ahora bien, mi interés en este punto
tratado aquí, además de lo ya expuesto, y de lo que han expresado muchos
autores en la literatura en relación a las atrocidades sufridas por los
esclavizados negros en las plantaciones de caña de azúcar, que es cierto, es
sostener además la tesis que las plantaciones fueron también espacios donde de
manera solapada estuvo viva su cultura, la cual nunca fue aniquilada como
muchos autores creen, lo que sí es cierto que ha pasado por un proceso que
Adolfo Colombres denomina hibridación cultural expresada en la religión, el
arte, la gastronomía, la danza, etc. El triangulo comercial Europa-África-América
culturalmente hablando, constituye, de acuerdo con Rojas Mix (1991) los tres
abuelos de América expresado en la metáfora de Juan Indio, Juan Negro y Juan
Español, que se refiere a los tres continentes y su cultura, las cuales ni la
india ni la negra fueron exterminada ni a "cristazo" como diría
Miguel de Unamuno a través del proceso de evangelización, ni con el intento de
reproducir en suelo americano a través de la de la endogamia de educación
familiar y escolar de los hijos en la sociedad receptora los aspectos de la
cultura europea. No se impuso de manera absoluta.
La prueba más fehaciente la expresa Araújo
(2007) en Centro de Estudios del Caribe de la Casa de Las Américas (2007), de
esta manera, el mar andrógino, la mar de Poseidón y es Afrodita, es Olokún y es
Yemayá (deidades de la religión yoruba), el primer experimento capitalista en
el mar, el encuentro de África, Asia y Europa, de encrucijadas y de puentes, un
momento histórico y filosófico, un cuerpo literario que se ha nutrido de un
saber ancestral, invocando a panteones idénticos pero disímiles, a Erzulie
(diosa reina del vudú), Krishna (India) y Oshún ( esta última deidad de la
religión yoruba). Esta acertada descripción del Caribe refleja que la trata de
negro no solo fue "plantaciones, sufrimiento y explotación humana",
sino que estuvo presente en el espíritu
de cada esclavizado sus raíces, y que nunca fueron aniquiladas del todo su
cultura remota.
En América y el
Caribe la presencia africana materializada en los negros esclavizados traídos
durante los siglos que van del XVI al XIX
ha estado latente a lo largo del período colonial, su legado valioso e
importante, que sin él es imposible dar una explicación lógica de lo que somos
hoy en Nuestra América. Al respecto Guanche (2006) en Centro de Estudios del
Caribe de la Casa de Las Américas (2007), lo expresa magistralmente de esta
manera:
La complejidad del Mediterráneo americano, desde diversos puntos de vistas, también hay que valorar en cuanto al legado africano y al contacto intercultural de los países que participaban en calidad de metrópolis coloniales, no sólo por la entrada directa desde el gran granito arqueozoico que es África, sino desde el reiterado tráfico entre el continente americano y las islas del Mar Caribe, y especialmente entre las propias islas, donde se intercambiaron lenguas, imaginarios, creencias, tradiciones, costumbres, concepciones económicas, filosóficas, religiosas y otras muchas relaciones humanas que sirvieron de simiente a la diversa amalgama cultural de nuestros días. (p. 245)
En atención al
autor citado, Guerra (1998), refiere de manera esclarecedora referente a la
cultura africana en tierras americana de suma importancia a tal punto que se
llegó a africanizar las imágenes católicas, se llegó a pintar de negro el
rostro de la Virgen del Rosario y así fue que pudieron sobrevivir las
hermandades de hombres negros en América.
Candombes
Plantaciones de azúcar y Manifestaciones Culturales
La palabra
candombe es un término de origen negroafricano que significa (pueblo angoleño),
es una manifestación cultural que surge en la Época Colonial como modo de
comunicación entre los esclavizados negros en las plantaciones y haciendas y se
bailaba desde el Cono Sur hasta los predios del mar Caribe y las costas del
continente americano. Fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Humanidad. Forma parte de las sociedades creadas por los
grupos étnicos africanos como un fenómeno del trasplante del negro en América, constituidas
en prácticas de culto religioso, de manifestación cultural, cuyo trasfondo
sociológico era la voluntad férrea de conservar la identidad africana en suelo
foráneo, aunque el sistema esclavista buscaba borrar la cultura de los negros
esclavos en América. Se expresaban con él ciertos ritos y ceremonias
ancestrales disfrazadas con aspectos cristianizados donde se tocaban tambores y
se cantaba a la manera de África rememorando ceremonias y antiguas y danzas.
Según Guerra
(1998) este tipo de sociedades o cofradías se le conoce en Cuba como cabildos;
en Argentina y Uruguay Candombe; en Brasil Confrarias, de allí el vocablo
cofradías. Estas manifestaciones culturales eran común en Santo Domingo y
República Dominicana, en el Perú y en el continente, su raíz bantú fue
predominante, estas asociaciones tuvieron una influencia religiosa de la fe católica,
sus actividades tenían un trasfondo de tipo profano. Por ejemplo, sólo para
ilustrar en las festividades de la Adoración de los Reyes Magos (6 de enero)
aparecen en ella figuras típicas africanas que encarnaban personajes
enmascarados de sus panteones religiosos: hechiceras, brujos, diablos y la
jerarquía religiosa de la etnia africana.
El día de los Reyes se celebraba en Cuba, Buenos Aires, Montevideo, Mar de la
Plata y Lima de modo ostentoso, y fue la más solemne expresión lúdica que tuvo
el negro en suelo americano hasta fines del siglo XIX, que con la abolición de
la esclavitud, esta tradición entró en decadencia.
En relación a los
cabildos cubano, Bachiller y Morales (s. f.) en Bueno (Comp.) (1985), señala:
... los cabildos de africanos, si africanos hubiera en edad de
bailes...Tenían sus tangos en las orillas de la ciudad un día a la semana. El
gobierno les reconocía sus capataces y se formaban reglas que guardaba el
escribano de cabildo; no se les permitía llevar fetizos, ni el baile de la
culebra; ni nada que recordase la idolatría y por lo regular elegían un patrono
de nuestro calendario cristiano. El día de Reyes, los esclavos del rey, que
eran muchos en toda América, iban a pedir a la representación de su amo el aguinaldo y luego entraban en el
patio de los demás cabildos... los negros criollos cubríanse el rostro y casi
siempre con los congos asistían a las fiestas... siempre fueron prohibidos los
ñáñigos. (p. 331-332).
La principal confraria en Brasil tenía una
íntima conexión con la ceremonia de la coronación de los reyes negros que se funden con la
supervivencias totémicas en las fiestas populares que se corresponden con las
tradiciones religiosas populares de las luchas de moros y cristianos esparcidas
por toda América por las congregaciones encargadas de cristianizar a los
infieles indígenas y africanos. Cabe destacar en este punto que las colonias
inglesas y holandesas eran menos permisivas
para este tipo de festividades que las españolas y portuguesas, sin
embargo no se pudo borrar e impedir estas tradiciones que aparecen de
diferentes formas y raigambre de africanidad, con modificaciones que se pueden
visualizar con ciertas variantes en Jamaica, Trinidad-Tobago, Curazao y demás
islas del Caribe a través de ritos, funerales, fiestas navideñas y de carnaval.
La Danza, el baile y la Música en Las Plantaciones de Caña de Azúcar
Las plantaciones
de caña de azúcar, y otros cultivos en general, no son, en términos absolutos
lugares de explotación y sufrimiento de los esclavizados negros africanos.
Fueron además espacios para la danza, el baile y la música. Carrió (2014), en
sus Crónicas Costumbristas Cubanas
expresa que los esclavos dedicados al corte de caña de azúcar que se hacían en
los barrancones coloniales en Cuba hacia 1873 los negros saltaban de manera
infatigable bajo el tinglado del ingenio, tocaban guitarra bajo el follaje de plátanos.
En la Cuba colonial, señala Carrió (ob.
cit.) los bailes de cuna eran conocidos en los barrios pobres, protagonizados
por las mulatas del rumbo, quienes bailaban las danzas exóticas: la culebra, el
papalote, el toro y el dengue, estas mulatas eran las reinas de estos bailes
populares por su don y sabrosura, no faltaban los jóvenes criollos de familias
decentes y acomodadas, blancos (petimetres) que se involucraran con la gente de
color en estas diversiones. Por esos días se llegaron a formar escuelas de
baile. En relación al baile de la
culebra, apunta Betancourt (s. f.) en Carbonell y Rivero (1928) en Bueno
(Comp.) (1985), data del Descubrimiento de América cuando la formación de La
Habana, en el barrio del Ángel donde se le erigió un templo a San Rafael, donde
cada año se celebraba "Las Tortillas de San Rafael", una feria tributo al santo, una de las más esplendidas
del Sancta Sanctorum que amalgama el hecho del Descubrimiento de América y del
maíz como símbolo de la civilización india.
Refiere Baralt (s. f.) en Bueno (Comp.)
(1985), unas escenas campestres de
bailes de negros que describe de esta manera: "en el mar de las Indias, o en la isla de Cuba en el mar de las Antillas
a la entrada del golfo mexicano, el negro del campo, separado de la
civilización, baila siempre su tango como lo bailaba en África...".
(p. 154). Continúa Baralt (ob. cit.), los negros enseguida forman un círculo de
dos o más de fondo y los hombres lo encierran
en otro exterior, el único instrumento que se usa en estas fiestas es
una especie de tambor de un solo pedazo de madera de 4 pies de largo de forma
irregular, cónico y hueco hasta la mitad. El canto y el baile para los negros
son dos cosas íntimamente unidos.
Profundizando este tema, Suárez (1840a.)
en Bueno (Comp.) (1985), escritor costumbrista cubano refiere que en los
ingenios dos negros mozos cogieron dos tambores, los demás encendieron el fuego
en el suelo con paja seca y bailaron cada quien por su lado, los negros presentes
en el ingenio, cerca de los tocadores, bailaban un negro con una negra, uno en
frente del otro, los otros, los acompañaban palmeando y repitiendo acordes al
estribillo que corresponden a la letra de las canciones que dos viejos
entonaban. Cada ingenio, cada cafetal tienen sus canciones particulares de los
tonos y de las letras. Hay tonadas que nunca varían, porque fueron compuestas
en África y vinieron con los negros a América.
Este autor (1840b.) en (ob. cit.) describe
los domingos en los ingenios como momentos en que los negros esclavizados
entonaban canciones y bailaban llenos de júbilo, andan siempre alegres, el
rostro placentero, engalanados, siempre dispuestos a reír, cantar y bailar.
Suárez (1853) expresa una estampa de la casa de los trapiches, en donde los
cantares eran alegres, estrepitosos. Un viejo juntador de caña, entonaba unas
notas en voz baja, y jóvenes varones y hembras repetían estribillos; no hay lugar en los ingenios que
no se entonen canciones alegres o tristes, canciones en recia faenas, donde
cantaban incansablemente. Este mismo autor hacia 1859, escribe que los ancianos
cantaban canciones y los otros negros respondían estrepitosamente, cantaban
toda la noche, se oía el crujir del trapiche y los cantos de negros. En estos
trapiches tenían cementerios desde su fundación donde se entonaban también
canciones ceremoniales.
Muchos de los bailes de negros, apunta
Betancourt (s. f.) en Bueno (Comp.) (1985), las danzas son acompañadas por
clarinetes y cornetines, mezcladas de zapateo y tango, el baile para todos los
negros es una costumbre, su segunda naturaleza. Se baila también, según
Bachiller y Morales (s. f.) en Bueno (Comp.) (1985) "... el danzón de
origen africano". (p. 149). Quiero referir en este espacio lo señalado por
Francisco de Paula Gelabert (s. f.) en Bueno (ob. cit.), en relación a los
"bailes de las mulatas de rumbo" y de las "rumbas"
(fiestas), que deben su fama a estos menesteres, es decir a que gozan de esta
manera y en estas circunstancias. Estas mujeres son trigueñas zandungueras o
sandunguera (la frase sandunguera es del
investigador, en el texto original aparece con z), es decir atractivas, que
bailan en estas rumbas con arpa, violín y flauta, hasta más no poder, las
danzas se suceden una tras otras, se baila sin tregua y sin descanso. Estas
mujeres eran además arrogantes y de mucho aparentar.
Apunta Villaverde (1842) en Bueno (Comp.)
(1985) a estos bailes, lo siguiente:
...
mujeres y hombres, los que poseen fincas de campo y carruajes... que han de
transportarlos de aquí conducen todas
las noches del cafetal, e el ingenio al baile del pueblo y otros... todo es
alegría, todo bullicio en los campos... cada cafetal, cada ingenio, cada
pueblo, es centro de una diversión continua: diversión tanto más brillante y
bulliciosa... (p. 175-176).
En este contexto, cabe citar a Aniceto
(2014), costumbrista cubano, quien refiere que la tradición de los primeros
cuatro músicos aparecidos en Cuba, en la que figura la mulata horra (libre)
Micaela Ginés, ejecutante de la vihuela, instrumento parecido a la guitarra, cuyo
trabajo era muy bien cotizado y solicitado en la Cuba de la época. Esta negra
junto con Catalina Guzmán (horra) también, figuran en la historia cubana como
una de las primeras vecinas de la Villa de San Cristóbal de La Habana, que así
se llamaba, La Habana, en el siglo XVI.
Para Guerra (1998): "Las danzas en
pareja o en grupos femenino o masculino van desde los rituales eróticos de
fertilización y de travestismo con formas mágicas, hasta las danzas de cortejo,
diversión y entretenimiento entre los jóvenes al ritmo del palmear de las manos
o tambos. Según este autor en los africanos en América a pesar que se les
prohibió las reuniones, las mezclas de las diferentes razas; el trabajo extenuante
y el desarraigo, el maltrato, y la agresión en contra de la identidad
individual y colectiva del negro africano y su cultura de valores, a pesar de
todo esto, pudo mantener y reconstruir su identidad, sino étnica al menos
racial, y fue gracias al factor
religioso, la danza, el baile y los cantos; siendo estos últimos, la expresión
más genuina de la literatura oral que dejó la primera generación de esclavos
para las generaciones futuras. De esta manera el Rey Azúcar pasó a ser vasallo
de sus súbditos los esclavizados negros de las plantaciones de caña de azúcar.
La Religiosidad en las
Plantaciones de Caña de Azúcar
Según González en Ministerio del Poder
Popular para la Cultura/Centro Nacional de la Historia/ Archivo General de la
Nación (2010) en el barco negrero venía su cultura, religión, idioma, que
subsisten de una manera u otra a lo largo de los siglos. Los tambores, la danzas
y las ceremonias llegan bajo el manto del vudú de Benín (Dahomey). Vienen
también las técnicas de fabricación de sus instrumentos musicales, en la que su
ingenio cobra vida en América. Por ejemplo la marimba es el antepasado del
xilófono africano construidos con materiales distintos. Emplean para hacer
instrumentos musicales cilindros, conos, barriles, cueros para ser las
prácticas religiosas africanas, siendo el más típico y conocido: el tambor.
La religiosidad
de antecedente africano en Cuba la santería o Regla Ocha-Ifa, Regla de Palo
Monte, las prácticas arará, el vodú, el yedrismo, las sociedades Abakua, entre
otras, se han desarrollado principalmente a través de prácticas de transmisión
oral de su saber como mecanismo de legitimación de sus practicantes. La
existencias de cofradía abakua a la ñáñigo data de 1836, según Menéndez (2008),
sin embargo la población africana que hoy conocemos como de ascendencia yoruba,
llega a Cuba, masivamente en la segunda mitad del siglo XIX, insertada en la
estructura sociocultural conformada por las plantaciones. El Vudú, según
González; Soriano en Ministerio del Poder Popular para la Cultura/Centro
Nacional de la Historia/Archivo General de la Nación (2010), una religión de
resistencia e insurgencia, basta recordar tan solo a los jacobinos negros en el
proceso de independencia Haití, quienes
estaban vinculado a esta religión.
Los cabildos o candombes o Confrarias
fueron espacios en Cuba establecidos para los negros y mulatos libres en las
ciudades. Las modalidades religiosas de origen africano, siempre perseguidas y
vilipendiadas, y en permanente estado de construcción fueron como vehículo de
sobrevivencia a los embates internos, seguidas y acompañadas del ruido de los
tambores como una manera reflexiva de negación y réplica contra de los símbolos
de grupos dominantes, expresada en la forma como los fieles reinventan sus propias formas de religión, como la
conciencia de su cultura, como sinónimo de rebeldía, indisciplina,
desobediencia, desacato, burla e insurrección.
Las religiones cubanas se han elaborado,
como otras tantas expresiones de la cultura popular, sobre las bases de
diversos elementos comunes vinculados con la cotidianidad independientemente de
la posición social de los individuos que en ella han participado
históricamente. Existe una estrecha relación entre danza y religiosidad, sólo
para ilustrar me referiré a los "diablos danzantes del nuevo mundo",
que, no obstante, gozan de diversas expresiones en las distintas regiones y
localidades de América Latina y el Caribe. La figura del "diablo
medieval", adquirió una connotación distinta en América creándose una
nueva tradición popular como producto del proceso de hibridación y sincretismo
pluricultural. Los diablos del Corpus, según Guerra (1998), con sus
maravillosas danzas, introdujeron un
capítulo nuevo en la cultura popular de América Latina y el Caribe con las
figuras enmascaradas que prefiguran la imaginería del maligno, que por cierto
figura ya desde 1595 en el Corpus de Caracas, en la que existía para la época
alguna danza con un amplio escenario de diablos, diablitos y diabladas, en los
que la danza ocupa un papel primordial. (J. a. Arrom, 1983 citado por Guerra,
1998).
En este contexto cabe citar a Fernández
Carrillo (s. f.) en Bueno (Comp..) (1985)
lo referente a la religión ñáñigo proveniente de África Central llegada
a Cuba, introducida por los primeros negros de nación carabalí que vinieron a
esta isla a trabajar en las plantaciones, quienes para librarse de la fatiga
del trabajo del campo comenzaron a formar cabildos (candombes o Confrarias)
constituyéndose en asociaciones de africanos.
Los ñáñigos se dividen en grupos llamados "tierras", la
más antigua gobierna a las otras, reconocen su autoridad superior llamada
Macombo en la que reside el poder absoluto, y en los otros dos cargos
inmediatos: el Illamba y el Isué. El
Macombo no se comunica con todos sus súbditos, él es el acta sagrada en
que se soporta el ñañiguismo, sus esperanzas, sus aspiraciones y su fe. El
templo ceremonial de la religión ñáñigo se llama cuarto. El Macombo lleva la
bandera en las fiestas y procesiones, rara vez su principal símbolo de su culto
lo sacan en procesiones, y cuando sucede, se emplea un ritual expreso. Esta
religión era considerada por la Iglesia Católica como diabólica, estaba
prohibido, sin embargo de una manera encubierta con el santoral católica
siempre estuvo presente en los ritos de los negros.
Conclusiones
La diferencia de la esclavitud negra
africana con la conocida desde el mundo
antiguo hasta la Edad Moderna radica,
que antes del siglo XV-XVI, es que cualquier persona podía ser esclavizada
independientemente del color de la piel o raza, era producto de los botines de
guerra en la que el prisionero tenía dos alternativas frente sí: morir o ser
esclavo. Innegablemente que en algunos casos se comercializaba con ellos, pero
no era un propósito en sí mismo. La modernidad introdujo la "trata de
esclavos negros" traidos de África, que no procedían en su totalidad de la
guerra sino mayoritariamente de su comercio, pasando a ser el hombre objeto de
cambio como cualquier mercancía. Esto condujo al comercio a gran escala
intercontinental del tráfico humano que no tiene su igual en la historia de la
humanidad. A diferencia de la esclavitud antes del siglo XV, la que se inicia a
partir de este siglo, se fundamenta en la maldición bíblica de la raza negra,
que contó con la argumentación teórica de clérigos, catedráticos, eruditos, de
la época patrocinio del Estado y la Iglesia Católica.
Estado e Iglesia tuvieron un aliado, que
quizá fue causa principalísima, en la llegada a gran escala de seres humanos
procedente de África, la participación del capital europeo en la producción de
azúcar, la que demandó en las grandes extensiones de plantaciones de caña de
azúcar, más que en cualquier otro rubro, un número importante de mano de obra esclava para trabajar en ellas, a tal punto
que el África Occidental quedó casi despoblada para el siglo XVIII. Esta es
quizá la disertación más sencilla que a simple vista, y la ardua y tratada explicación del martirio
que vivieron estos seres humanos en el proceso de explotación humana que no
tiene homólogo en el devenir humano; en la que se echó mano al intento de
destrucción de su cultura y la imposición de otra muy ajena a su mentalidad y
concepción del mundo, y que por tiempo se pensó que había sido aniquilada. Pero
solapadamente como mecanismo de resistencia para mantener su legado ancestral,
encontraron en la danza, el baile, la música y la religión, no sólo un
mecanismo de sobrevivencia física, sino el más fundamental: el espiritual, que
en nuestro tiempo, es uno de los legados culturales pluriversales, como aporte a la humanidad.
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Edición Digital: Eduardo Daniel Palmera Gómez
Los Teques, Edo. Miranda, Venezuela, 22 de Septiembre del 2017.