lunes, 10 de noviembre de 2014

Cultura y Contracultura







                                 ¿CONTRACULTURA O CULTURA?


     La intelectualidad y las escuelas de pensamiento de la actualidad están de acuerdo con la conceptualización  polisémica de cultura. Esto, naturalmente ha generado las más disímiles y contradictorias definiciones, dentro de la expresión de libertad de pensamiento. En 1970, Alvin Toffler escribió una de las obras más influyentes de los últimos tiempos: “Future Shock” (El Shock del Futuro), en la que,  entre otras cosas, argumentaba que la historia de la humanidad está dividida entre grandes espacios que oscilan entre sí, “denominados olas”; que comprenden tres sociedades: la  agrícola-ganadera,  la de revolución industrial y la del conocimiento y de la información. Estas etapas, según este autor, son un marco de referencia para definir el carácter multidimensional del concepto de cultura, y los rasgos polisémico y heterogeneidad  de las acepciones, que con  este término, en nuestras sociedades de hoy,  suelen designar cosas relativamente diferentes,  en algunos casos.

     En el mundo antiguo, particularmente el grecolatino, de donde en algún sentido nos viene el vocablo cultura, significaba cultivar el espíritu. Si damos una mirada a estas dos grandes civilizaciones comprenderíamos tal definición, en el sentido del legado cultural que dejaron  para la posteridad. Sin embargo, las civilizaciones cambian, evolucionan   y aparecen nuevas expresiones del espíritu humano, que naturalmente obligan a replantearse nuevas formas de entender el fenómeno cultural, no siempre de una manera conciliadora y satisfactoria.

     Desde esta visión,  el propósito de este trabajo es reflexionar alrededor del concepto de cultura contenido en el Capítulo II (Contracultura y Humanismo)  del libro: Humanismo Clásico y Humanismo Marxista, del filósofo  Ludovico Silva, (1982). Cabe adelantar, antes de entrar en detalles sobre este asunto, que por lo extenso y los variados aspectos que toca esta obra y del espacio de que dispongo para desarrollar este ensayo, centraré la atención en los conceptos de contracultura y cultura. En este estudio, Silva, (1982) hace una revisión que arranca desde las grandes civilizaciones de la antigüedad hasta el siglo XIX. No está demás señalar el riguroso y el exhaustivo tratamiento que le da al tema de la cultura en las distintas sociedades  aplicando la concepción marxista de la historia —no el marxismo clásico de Marx y Engels— sino el de Samir Amín. Este autor,  citado por Silva (ob. cit.) define la cultura como… “el modo de organización de la utilización de los valores de uso”, (p.4). Cuando hablamos de “valor de uso” desde esta visión, nos referimos a la utilidad de los bienes para satisfacer necesidades humanas. La cultura en un bien espiritual y material. En este ensayo Ludovico Silva plantea que en sistema capitalista no hay cultura, sino contracultura; sostiene además que el elemento ideológico de una sociedad está asociado a la cultura. La cultura en el mundo capitalista es ideología, según este autor. Niega que en el capitalismo  exista la producción cultural, sino una contracultura, que debe ser contrapuesta firmemente a la ideología del sistema capitalista. Sobre este punto continúa el autor, (ob. cit.)    “el capitalismo, por ser un sistema fundamentado en valores de cambio, no tiene propiamente una cultura, sino una contracultura, que es algo muy distinto”, (p. 6). Para entender este punto habría que aclarar lo que Marx llama “superestructura ideológica”, que no es más que todos los elementos espirituales de la sociedad sin distinción alguna. Sin embargo, la superestructura no es una composición unitaria, sino que está dividida  en dos sectores: la ideología y la cultura.
     Ahora bien, según el esquema marxista,  la sociedad es una totalidad orgánica compuesta por una estructura y una superestructura. Cabe insistir que en el mundo capitalista la ideología está asociada a la cultura, por ello, Silva, (ob. cit) refiere que cultura es aquella región de la superestructura social—valores, creencias, y representaciones— que se opone a la ideología y, por tanto la cultura cuando se contrapone firmemente a la ideología del sistema capitalista se trasforma en contracultura. El arte  y la ciencia —según este autor—cuando se logra desideologizar se convierte en anti-arte y  en anti-ciencia, es decir, en contracultura. Lo que Ludovico Silva llama superestructura ideológica incluye el arte, la religión, la política, la jurisprudencia y la ideología social, los medios de comunicación, libros,  el parlamento, entre otros; que forman parte, en palabras de Louis Althusser de los aparatos  ideológicos del estado,  cuya misión es reproducir la ideología dominante; ésta penetra las aldeas, los barrios pobres, que se sirve además del discurso religioso. Profundizando más en el concepto de ideología, que al mismo tiempo explicaría el en algún sentido el  de cultura, Ludovico Silva, (ob. cit.) sostiene:

     La ideología es una región específica de la superestructura social, compuesta por un sistema de valores, creencias y representaciones, que tienen lugar en todas las sociedades en cuya base material existe la explotación, y que está destinada, por el mismo sistema, a preservar, justificar y ocultar idealmente…la explotación que tiene lugar en la estructura material de la sociedad. (p. 25).

     Ésta, naturalmente  está en franca comunicación con otro espacio  de la superestructura: la cultura. Es importante señalar que la ideología incluye el arte, la religión, la filosofía  y la política. Lo único, en definitiva que puede oponerse a la ideología,  según este autor es la conciencia de clase por parte del proletariado, para producir contracultura. La base material de la sociedad es la estructura  que está penetrada ideológicamente por la superestructura.

     Para seguir adelante con lo que me he propuesto aquí,  profundizaré el concepto de cultura expuesto por Ludovico Silva, (ob. cit). Este autor considera que existe una relación dinámica entre ideología y cultura. En el capitalismo la cultura es un fenómeno altamente ideologizado, sin embargo,  en mi opinión, en el no capitalista, al menos en los países de Europa del este y en la extinta UURR, también estaban al servicio  de la ideología dominante, a la causa política  de estos gobiernos. No creo que siempre que en el mundo capitalista,   la cultura en extremo esté  a favor de una ideología, mientras quede espacio para la crítica, más bien la experiencia donde se implantó el modelo socialista fueron regímenes totalitarios que erosionaron en alguna medida la iniciativa en términos culturales. Veamos un solo ejemplo, por demás ilustrativo: el de Diego Rivera en México, militante del Partido Comunista, hombre que puso su arte al servicio de la causa indigenista, poniendo frente de la sociedad esta problemática, que a mi manera de entender no depende en términos determinista de donde milito, sino más bien es un problema de espíritu, de luchar por una causa noble, y esto, naturalmente no depende de el  partido en que  estoy. Ni creo tampoco que el arte lo hagan solo  las “clases dominantes”,  el caso de Armando Reverón revela la falsedad de que sólo las clases dominantes hacen la cultura en el mundo capitalista. La creación no depende de donde estoy militando  ideológicamente, sino más bien pertenece a la condición humana. Si la cultura está relacionada o al servicio del sistema capitalista, deja de serlo para ser contracultura en la visión de Ludovico Silva. Sin embargo, esto es solo una opinión que podemos compartir o no. Es una postura sociologista como tantas otras que andan por el reino de las Ciencias Sociales. Las verdades absolutas hoy tienen “patas cortas”, si miramos al pasado veremos como las verdades han ido perdiendo vigencia, hoy se habla más de verdades particulares, más temporales .Y qué decir hoy, por ejemplo,  que en muchos países la cultura está al servicio de los gobiernos y no los gobiernos al servicio de ella y de la sociedad, y que muchos de ellos terminan con un triste papel panfletario, de defender una causa que no les pertenece. Una cosa es que en algunos casos  estén al servicio de los gobiernos y otra cosa es que la cultura debe estar al servicio de los gobiernos de turno. No niego que la cultura puede tener su espacio en la política; lo que me parece absurdo es que la cultura esté al servicio de la política. No nos olvidemos que la política es parte del quehacer cultural.

     En lo que estoy de acuerdo  con Ludovico Silva, es que la cultura  no se convierta en un mecanismo de manipulación política, como razón de ser. No está demás afirmar que en  este estudio  Ludovico Silva hace un aporte importante para el estudio de la cultura en el campo de la política a la luz del marxismo, como lo puede hacer también otra disciplina. Pero tomar militancia política en nombre de la cultura a ultranza, implicaría también que todos los individuos de una sociedad tengan militancia política. Tomar postura política en la cultura es ideologizarla,  es desnaturalizar su valor autónomo que debe tener las distintas expresiones de la cultura y la creación cultural, tanto  en los países capitalistas o no. Los frescos de la Capilla Sixtina,   que pintó Miguel Ángel Buonarroti no tuvieron como fin sólo decorarla, aplicando la terminología marxista, tenía un claro fin ideológico, es decir,  servir de mensaje a una inmensa población de la religión católica que no sabía leer ni escribir, por lo tanto servía como vehículo de comunicación ideológica.

     Es conveniente, para balancear el concepto de cultura y contracultura, revisar otros conceptos formulados por otras disciplinas  en el marco de la Filosofía de la Cultura E. B. Tyler, (s. f.) la ha definido… “en sentido etnográfico amplio, todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualquiera otros hábitos o capacidades adquiridas por el hombre en cuanto miembro de una sociedad”, (p.226). El espectro que abarca esta conceptualización es amplio, no excluye, intenta más bien abarcar toda creación humana.

     En el campo de la Sociología Cultural, Light y Otros, (2003) señalan al respecto… “todas las costumbres, creencias, valores, y los símbolos con que se comunican constantemente entre un grupo de personas que comparten una vida en común”, (p.87). En esta definición hay que tener claro que   en ninguna sociedad, sus costumbres, creencias y valores no siempre son los mismos; por ello debe haber respeto a la diversidad cultural y no caer en cuestionamientos discriminatorios. Ariño Villarroya, (s. f.),  la califica como saberes, creencias formas de vida, reafirmando el carácter polisémico de cultura. La Antropología Cultural  o Antropología Social, quizá sea la definición más amplia por su connotación de estudiar al hombre en su medio y sus creaciones. Según Wikipedia , (2014) es la…“rama  de la antropología que centra su estudio en el conocimiento del ser humano por medio de sus costumbres  relaciones parentales, estructuras políticas y económicas, urbanismo, medios de alimentación, salubridad, mitos,  creencias y relaciones  de los grupos humanos con el ecosistema”, (p. s/n.) . Esta definición no discrimina la orientación política, económica, social, entre otras. Todas estas conceptualizaciones son válidas al estudiar el fenómeno cultural, nos dan una idea de su carácter polisémico. No obstante, los términos cultura y   contracultura  para dictaminar que es cultura carece de sentido a la hora de determinar qué es y qué no es. Pudiera ser válida en cierto contexto específico a la hora de un estudio particular, de la cultura como mecanismo de control ideológico de una sociedad  en el campo de la política; pero no rechazar a priori que en el sistema capitalismo no hay cultura; y en el caso de que se contraponga a su mecanismo ideológico, la cultura es contracultura. No nos olvidemos que cualquier ideología es también cultura independientemente del lado político en que se esté, según la Antropología y la Sociología. Cultural.

     El fenómeno cultural planteado en términos de contracultura,  naturalmente puede ser válido para comprender la cultura como elemento de control ideológico y patrón de consumo en el mundo capitalista; pero no creo que sea práctico para  emplearlo como fundamento totalizador y  determinista  para explicar el fenómeno cultural en las distintas expresiones de la  sociedad, ni creo tampoco que la cultura empleada como ideología no sea cultura, porque está hecho por el ser humano. Para quien escribe,  la contracultura es cultura. No creo que no haya sociedad sin ideología  ni política que no haya caído en la tentación de emplearla con fines propios, porque la política  y la ideología están estrechamente relacionadas,  independientemente a la causa que sirvan,  no están fuera de la esfera cultural, porque es creación humana. Las obras de Pablo Picasso, Guernica pintada en 1937, cuyo título alude al bombardeo de Guernica en el marco de Guerra Civil Española, es un voto de protesta a tan inhumano acontecimiento;  La Guerra y La Paz pintada en 1952 para decorar la capilla de Vallauris,  celebra además  el fin de la Segunda Guerra Mundial, y ponen de manifiesto que el arte no es solo cultura, sino también ideología, ideología en este caso,  al servicio de una noble causa. La cultura trasciende la política, es más general, ésta vive dentro de aquélla, no depende de los modelos políticos asumidos por los países en términos deterministas. Es cuestión más bien de la condición humana. Cultura y contracultura son cultura. 

MUESTRA VISUAL
 

Omar Rodriguez
La Divina Pastora Visita el Pesebre (2013)
Acrilico/Tela
Barquisimeto, Estado Lara, Venezuela
Colección Manuel Bas, Caracas, Distrito Capital, Venezuela

Félix Vargas
Cruz de Mayo en Maurica, Barcelona,  (1993)
Oleo/Tela
Barcelona, Estado Anzoategui, Venezuela
Colección Manuel Bas, Caracas, Distrito Capital, Venezuela

REFERENCIAS

—Ariño Villarroya, Antonio. (s. f.).La Concepción de Cultura. Polisemia y Ambivalencia. [Documento en línea]. Disponible en: www.uv.es/viceext/RAQUEL%200POSICION /ari%f10%20-%20.Laconcepcion _de_la_cultura.pdf.Visita:29/10/2014.
—Light y Otros. (2003).Sociología Cultural. Cultura. México: Mc Graw Hill. [Libro en línea].Disponible: www.buenas tareas .com/ensayo/cultura-en-sociologia/1866869.html.Visita:28/10/2014
—Silva, Ludovico. (1982).Humanismo Clásico y Humanismo Marxista. [Contracultura y Humanismo]. Caracas: Monte Ávila Editores, C. A., pp.3-104. [Libro en línea] .Omegalfa Biblioteca Libre. Disponible. En:  www.omegalfa.es/downloadfile/php?file=libros/culturayhumanismo.
—Toffler, Alvin. (1970). El “Shock”del Futuro. (J. Ferrer Aleu, Trad.).Barcelona, España: Plaza & janees  S. A. Editores. (Trabajo original publicado en 1970 con el título: Future Shock).
—Tylor, E. B. (s. f.)Filosofía de la Cultura. Cultura en Sentido Antropológico (Primitive Culture).Proyecto Filosofía en Español. [Diccionario de Filosofía en línea].Disponible en: http://filosofia.org/filomat/df406.htm.Visita:29/10/2014.
—Wikipedia La Enciclopedia Libre (2014, Marzo 29).Antropología Cultural o Antropología Social. [Enciclopedia en línea]. Disponible en: wikipedia.org/wiki/antropología_cultural.Visita:29/10/2014.

*Manuel Bas. Profesor Agregado, Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez” (UNESR).Facilitador en los cursos: Metodología de la Investigación I, investigación Educativa, Introducción a la Investigación, Planificación Educativa, Ética y Praxis de la Profesión Docente y del Taller de Acreditación. Coordinador de la Comisión Delegada de Sistemas de Estudios y Experiencias Acreditables (UNESR ,  Los Teques).Pregrado: Licenciado en Educación , Cum Laudem (UNESR).Postgrado: Especialista en Gerencia Educacional, Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL). Magíster Scientiarum en Tecnología y Diseño Educativo (UNESR). Curso de Postgrado de Ampliación: Comprensión de la Realidad Educativa Nacional y Ética de la Profesión Docente (UNESR). Actualmente cursa estudios en el Instituto Pedagógico de Caracas en  el   Doctorado: Cultura y Arte para América Latina y el Caribe.

NOTA: Este trabajo fue presentado en el Instituto Pedagógico de Caracas en el Doctorado: Cultura y Arte para América Latina y el Caribe, en el Curso: La Cultura, Polisemia Instituciones y Normativas a cargo de la Dra. Aura Marina Orta, el día 03 de noviembre de 2014



    ¿CONTRACULTURA O CULTURA?

    TEXTO Y FOTOGRAFÍA: Manuel Bas
     DISEÑO Y MONTAJE ELECTRÓNICO: Esp. Víctor A. Hernández
     APOYO VISUAL: Félix Vargas. Omar Rodríguez
    
    Caracas, Distrito Capital, Venezuela, 03 de noviembre de 2014


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