viernes, 9 de enero de 2015

José Graterón Luque EL ARTE COMO EXPERIMENTACIÓN E INVESTIGACIÓN






JOSÉ GRATERÓN LUQUE 




EL ARTE COMO EXPERIMENTACIÓN E INVESTIGACIÓN

“Que Mr. Mutt [seudónimo de Marcel Duchamp] haya hecho la Fuente con sus manos o no, no tiene importancia. Él eligió. Tomó un artículo corriente, lo colocó de tal suerte que su significación utilitaria desaparece bajo el nuevo punto de vista. Él creó para este objeto una nueva idea”. (Marcel Duchamp, 1887-1968)

     Este novel artista se inicia en la pintura y la escultura por la influencia de su actividad museográfica, por su pasión por el estudio de la Historia del Arte, y por su curiosidad insaciable en coleccionar obras de arte. Indudablemente, estas actividades lo  vinculan al trabajo artístico, suscitando en él su interés por crear un tipo de arte que pudiéramos llamar polisémico; en la que el aluvión de tendencias para crear obras de arte no se detendrá en dogmas ni preceptos establecidos por la Academia, su arte en alguna medida es antiacadémico, rebelde, reta todo prejuicio, y consideraciones estéticas preestablecidas.

     Para toda su creación, Graterón pasa por un intrincado proceso de reflexión crítica que cuestiona en alguna medida los cánones del arte actual. Investiga primero, luego crea, como lo hacía Edmundo Monsanto, esto naturalmente lo liga al arte conceptual, lo induce al igual que Marcel Duchamp a una constante experimentación dinámica e indetenible. Si buscáramos un elemento caracterizador de su obra, naturalmente sería una obra cambiante permanentemente, los que nos pondría en la difícil tarea en buscar elementos conceptuales que lo definan, que naturalmente en su caso es imposible.

     Este proceso de experimentación que pareciera a simple vista improvisación, nos pondría en la evidencia en ver una obra dinámica, no ortodoxa. Emplea los más clásicos materiales de la tradición artística como el óleo, la acuarela, el carboncillo; hasta los más rebeldes traídos a cadenazos del sector industrial, elaborados cabe decir, distantes de los propósitos artísticos. Poliéster, solvente, resina, esmalte industrial, laca, y tantos otros que se lo dejamos a su imaginación. Esto no queda aquí. Aprovecha materiales de desecho —ready made; objet trouvé— para crear formas escultóricas que pendulan desde lo figurativo a lo abstracto. Incorpora además texturas empleando elementos matéricos, la cola para hacer collages e interviene trabajos del mismo o de otros artistas. Como los —Writer en el graffiti, superpone escrituras —de o de los— artistas; en algunos casos intervienen sus obras u objeto no artísticos para convertirlos en obras de arte. En algunos casos emplea altos y bajorrelieves para crear obras que desafían la bidimensionalidad, algunas de sus obras son mitad bidimensional y mitad tridimensional. Naturalmente que su arte por su complejidad y variadas tendencias es polisémico.

     Además del empleo de materiales de las más diversas procedencias y del proceso de investigación, el artista necesita el contacto con lo urbano, con la ciudad, es un artista en que lo urbano, lo que acontece en la ciudad es principalísimo en sus trabajo, al menos como motor inspirador. La ciudad y su gente es el dilema de su obra.

     En este sentido, Él considera su obra como “pop urbano”. Recoge toda esa representación visual que vemos en los paredones en las calles que van desde las más variada publicidad a la escritura de la gente y de los grafiteros como expresión de un sentimiento social. En alguna medida es una obra de marcada influencia del arte informal al estilo de Jasper Jhon, Robert Rauschenberg, Antoni Tapias, sólo por nombrar algunos.

     Se observa en su trabajo emotividad, espontaneidad, pero tiene de trasfondo un severo cuestionamiento de la sociedad en la que él vive y vivimos nosotros. Las texturas, el uso sin ninguna restricción del color, su intuición creadora, el empleo de objetos, y los más variados materiales cambian en alguna forma la concepción del arte, para introducirnos en senderos casi inexplorables en los que se diluye la percepción “de lo que es y no es arte”. Otro rasgo esencial que caracteriza su obra es su valor conceptual, que al igual que la escritura, trasciende a las más variadas interpretaciones. Estamos en algunos casos en una especie de expresionismo gestual que nos da una sensación de vértigo y conmoción. Estos aspectos caracterizadores de su obra, la ubica dentro de un arte rebelde, de rechazo de alguna manera a lo establecido por el arte tradicional

     El conjunto de obras aquí presentadas, que desde luego, no representa sino una muestra ilustrativa de su trabajo nos da luces de lo que he venido sosteniendo de su trabajo. Su obra es muy sugestiva, no procura describir sino crear conmoción en el espectador. Sus figuras deformes, que parecen desvanecerse, en algunos casos, en otros parecieran ir hacia un proceso constructivo. No se trata como en Leonardo Da Vinci o Miguel Ángel Buonarroti de mostrarnos la belleza humana; sino más bien la angustia existencial de lo que vive el hombre hoy en las grandes ciudades. La emoción, el sentimiento; más que la belleza y la delicadeza de las facciones humanas, ese es su propósito, lo que nos quiere mostrar.

     Es un tipo de figuración —cuando la emplea, hay obras abstractas también— es la que heredamos de Munich y Kokoschka quienes prefieren mostrarnos el horror, el infierno en que vive el hombre hoy. Estos personajes deformes, mutilados, fantasmales de tres mundos, que contrastan con arlequines y payasos que nos tratan de borrar la amargura, el miedo…Crea en sus trabajo una atmósfera dilemática referida al hombre abandonado, aislado y marginado de la sociedad.

     La obra de Graterón es producto de la reflexión y la observación del medio ambiente donde habita, su afán de experimentar lo impulsa a emplear materiales variados,  muchos de ellos venidos de esa marginalidad social, a la que representa en su obra,  de desechos urbanos, rechazados por las escuelas de arte; su propósito es la subversión, el rechazo a lo establecido de manera dogmática, lineal sin otro camino o planteamiento. Busca nuevos valores plástico en los umbrales del arte, para replanteárselo indefinidamente él, como la propia existencia humana. Es una obra de arte que podemos señalar como postmoderna, de profundo valor conceptual y filosófico que pone en la mesa la reflexión en cuanto al destino del hombre, que, al igual a las grandes civilizaciones de la antigüedad como Egipto y Grecia nos seguimos planteando ¿qué es el hombre?, ¿cuál es su destino? Desde esta óptica, desempolvamos el viejo acertijo de Edipo Rey. De esta manera el arte no sólo es belleza sino también reflexión en torno al ser.*

*Manuel Bas. Profesor Agregado, Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez” (UNESR).Facilitador de los cursos: Metodología de la Investigación I, investigación Educativa, Introducción a la Investigación, Planificación Educativa, Ética y Praxis de la Profesión Docente, y del Taller de Acreditación por Experiencia. Coordinador de la Comisión Delegada de Sistemas de  Estudios y Experiencias Acreditables (UNESR, Los Teques).Pregrado: Licenciado en Educación, Cum Laudem, (UNESR). Postgrado: Especialista en Gerencia Educacional, Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL). Magíster Scientiarum en Tecnología y Diseño Educativo (UNESR). Curso de Postgrado de Ampliación: Comprensión de la Realidad Educativa Nacional y Ética de la Profesión Docente. (UNESR). Actualmente cursa estudios en el Pedagógico de Caracas en el Doctorado: Cultura y Arte para América Latina y el Caribe.

NOTA DEL AUTOR. La versión preliminar de este ensayo fue escrita en Barcelona, el 2 de mayo de 2003 a petición del artista. Revisada, corregida y ampliada por el autor en Caracas, 8 de enero de 2015.


MUESTRA VISUAL

Serie Muros, (1997). Mixta/Tela. Colección y Fotografía Moshe Aramati, Lechería, estado Anzoátegui.

Quema de Amapolas, (1997). Mixta/Tela. Colección y Fotografía Moshe Aramati, Lechería, estado Anzoátegui.

El Perrito Amarillo, (1998). Hierro policromado y ensamblado. Colección y Fotografía Moshe Aramati, Lecherias, estado Anzoátegui.

El Perrito Azul, (1998). Hierro policromado y ensamblado. Colección y Fotografía Moshe Aramati, Lechería, estado Anzoátegui.

Baltimore, (1997). Mixta/Tela. Colección y Fotografía Moshe Aramati, Lechería, estado Anzoátegui.

 Baltimore (2), (1997). Mixta/Tela. Colección y Fotografía Moshe Aramati, Lechería, estado Anzoátegui.

El Alquímista, (1999). . Mixta/Madera. Digitalización Esp. Víctor A. Hernández.
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King de la Serie Noche de Brujas, (1999). Mixta/Madera y Tela. Tomado de Galería de Arte Asamblea Legislativa del Estado Anzoátegui, 1999. José Graterón A Pico y Pala Pinturas e Instalaciones Recientes. Fotografía Carlos Reyes. Barcelona. Digitalización Esp. Víctor A. Hernández.

El Hombre Sentado, (1998). Materiales diversos. Colección y Fotografía Moshe Aramati, Lechería, estado Anzoátegui.

Muñeca con Ventana, (1998). Materiales diversos ensamblados. Colección y Fotografía Moshe Aramati, Lechería, estado Anzoátegui.




JOSÉ GRATERÓN LUQUE

EL ARTE COMO EXPERIMENTACIÓN E INVESTIGACIÓN

TEXTO: Manuel Bas
FOTOGRAFÍA: Moshe Aramati
DISEÑO, DIGITALIZACIÓN Y EDICIÓN: Esp. Víctor A. Hernández
OBRAS DE LA COLECCIÓN: Moshe Aramati
AGRADECIMIENTO ESPECIAL: Moshe Aramati
CONTACTO: manuelbas2014@gmail.com 

 Los Teques, Estado Miranda, Venezuela, enero de 2015.

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