LA CULTURA COMO
EXPRESIÓN DEL ARTE
Introducción. Generalmente, cuando se plantea un análisis sobre las variables
cultura y arte se examina esta última como expresión de aquélla. Porque el arte
es una de las tantas manifestaciones culturales al igual que las creencias,
valores, costumbres, mitos, política, economía,
entre otros, como lo señala la antropología cultural. Sin embargo, por
ser el arte una disciplina que engloba o sirve para conceptualizar todas las
creaciones realizadas por el hombre, por tener la virtud, al igual que el
lenguaje escrito, por su mecanismo
“duplicador de la realidad”, a través del cual se puede conocer la cosmovisión
del mundo de otras épocas, referido a lo real o imaginario, a través de
recursos plásticos, lingüísticos o sonoros, lo que permite acercarnos por su
poder de mantener en el tiempo el acontecer humano, al conocimiento de la
cultura. De modo que así como la antropología, la sociología, la política, la
filosofía, dan su aporte para el estudio de la creación humana, de igual manera
lo hace el arte.
En este sentido, “la cultura como
expresión del arte” tiene entre sus propósitos utilizar sus recursos expresivos
para estudiarla, particularmente la
latinoamericana, que es el tema que nos ocupa aquí, aunque de manera muy
general, yo diría que sinóptica por razones de espacio. La intención además, es
señalar caminos posibles para la investigación cultural empleando el arte como
herramienta teórico-metodológica para el estudio de un fenómeno tan complejo
como el hombre mismo, como lo es la
cultura. Para ello no podemos dejar de lado los planteamientos hechos en esta
materia por Adolfo Colombres, quien se ha servido del arte para estudiar la
cultura latinoamericana.
Sobre este punto, Colombres, (2004) citado
por Massara, (2010) plantea: “Se dice que todo arte es expresión, y por tanto
un modo de lenguaje, pero se debe destacar que se trata de un lenguaje
diferente, conformado no por signos pues sino por formas visuales, cuya
interpretación depende de la historia de cada cultura…”, (p. s/n.). Continúa
Colombres en (ob. cit) el desafío hoy en la región latinoamericana es elaborar
nuevas herramientas y nuevos espacios dentro del arte para establecer un
pensamiento independiente. En relación a esta idea Massara, (ob. cit.)
argumenta que los estudiosos del arte y los profesionales relacionados con esta
disciplina, su mayor reto es desarrollar metodologías y teorías para abordar un
tema por demás complejo como es la cultura, por lo diverso. Porque nuestra
cultura—latinoamericana— es rica, multiétnica, pluricultural; lo que por un
lado es una bendición de Dios por lo heterogénea, pero por el otro dificulta su
estudio por las características señaladas. Antes de seguir avanzando es
conveniente revisar los conceptos: cultura y arte.
La Cultura como Expresión
Ontológica. La palabra ontología proviene del griego ontos
(ser, estar, ente) y logos (estudio, teoría, ciencia), en el campo de la Filosofía es la rama de
la metafísica que estudia la manera en que se relacionan las entidades
existentes. La cultura en términos ontológico, es, naturalmente expresión del
ser, del espíritu humano. Toda creación humana, tangible o no, emana del ser
(de Él). Por tanto, tan complejo es el hombre, como lo es su creación. Sumado a
esto, la cultura es un fenómeno dinámico, cambiante, diverso, heterogéneo; por
ello es difícil de definir, o al menos es multi-conceptual. Sobre ella han dado
las más diversas conceptualizciones
desde los distintos campos del saber, de allí su carácter polisémico.
La UNESCO, (2014) refiere en la Conferencia Mundial
sobre Políticas Culturales realizada en México en 1982 el concepto de cultura
como: “… puede considerarse actualmente como el conjunto de los rasgos
distintivos, espirituales, materiales, intelectuales, afectivos que
caracterizan a una sociedad o un grupo social…”, (p. s/n.). Este concepto
formulado en sentido amplio hecho por una institución de tanto prestigio ha
contribuido a enriquecer el debate en esta materia, en relación a la diversidad
cultural y el diálogo intercultural. Para Colombres, (2012) “… un poco el arte
de compilar la vida, o de satisfacer o sublimizar cosas que pueden ser simples
como, por ejemplo el amor que, en comparación con las demás especies, la humana
ha hecho literatura o filosofía; o dotar a lugares inhóspitos con vastas
mitologías para fundamentar sus cambios climáticos”, (p. s/n.). Continúa este autor, (ob. cit.) es hacer las
diferentes matrices simbólicas que participan en una sociedad de condición
subalterna a partir de un intercambio cara a cara, como respuestas solidarias a
necesidades compartidas. Eduardo Galeano citado por Colombres, (2007) la define
“…como un complejo sistema de símbolos de identidad que el pueblo preserva y
crea… creadas por los de abajo en respuesta a sus propias necesidades, y por lo
general sin medios técnicos”, (p.49).
En el campo de la Filosofía de la Cultura, E. B. Tyler, (s.
f.) la ha definido como “…todo complejo que incluye el conocimiento, las
creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualquier otros
hábitos o capacidades adquiridas por el hombre en cuanto a miembro de una
sociedad”, (p.226). Claro está, la
complejidad viene dada debido de que cualquiera de los elementos
característicos y constitutivos de la cultura presentes en las definiciones
comentadas, en sí mismas son parcelas en el área del saber humano insondable,
profunda, compleja, poblada de las más diversas opiniones. Por ejemplo, en la
línea de investigación de la Sociología
Cultural, Light y Otros, (2003) indica sobre esta idea:
“…todas costumbres, creencias, valores y símbolos con que se comunican
constantemente entre un grupo de personas que comparten una vida en común”, (p.
87). Para ratificar lo que he venido argumentando en relación a la complejidad conceptual de la cultura, tomemos como ejemplo
dos categorías de esta última definición: creencia y lenguaje. Casi pudiéramos
afirmar que hay tantas creencias como individuos, para simplificar más esto; se
puede decir tantas creencias como pueblos y sociedades. De igual manera pasa
con el lenguaje, sólo por citar uno, el chino tiene cinco dialectos oficiales tan
diferenciados el uno del otro que un nativo de Cantón no se puede comunicar con
uno de Pekín. Otro problema que presenta el lenguaje hoy es su constante
crecimiento. De modo que no es sólo estudiar, teorizar y conceptualizar, se
trata además de enfrentar, un cada vez más creciente campo impulsado por la indetenible
creación material y espiritual de los seres humanos, lo que complica el asunto.
Se crean cada día nuevas especializaciones, como por ejemplo: la Filosofía del Arte, la Filosofía Política,
la Filosofía
de la Historia,
la Filosofía
de la Religión,
entre otras, cada una de ellas tan complejas y difíciles de abarcar. Este es el gran reto. ¿Cómo abarcarlo?
Sin embargo, todas estas especializaciones
son de gran utilidad para el estudio de un área tan compleja como la cultura.
No obstante, lo que quiero significar además, que no todo esta dicho en materia
cultural, porque ésta es un proceso
dinámico, cambiante en el tiempo. Ahora en estos últimos tiempos por la marcada
influencia de la tecnología y los medios de comunicación se viene hablando de
“cultura global” que en alguna medida es
una abstracción derivada de los procesos económicos, políticos y tecnológicos
en la que los países, generalmente los más pobres, han sido influenciados por
la cultura de otras naciones de las que obtienen bienes y servicios básicos
para la vida diaria. Pero esto es parte de la dinámica mundial. Para cerrar
este punto, lo que me propongo en este ensayo, es esbozar la posibilidad del estudio de la cultura
empleando el arte como propuesta teórico-metodológico para comprender los
rasgos característicos, multicultural, multiétnico, plurilinguistico de la
cultura latinoamericana.
Multiculturalismo e Interculturalidad es Universalidad. Este enunciado, aunque en apariencia simple implica una nueva forma de
mirar la cultura americana no desde la visión eurocentrista, sino desde la
otredad, esto, naturalmente evoca una visión distinta de abordar el fenómeno
cultural deslastrado de los cánones de la modernidad. Supone además crear una
nueva epistemología y ontología para entender la cultura latinoamericana. Estas
dos categorías son esenciales para penetrar en lo multicultural y la interculturalidad. La cultura de Latino
América forjada bajo el yugo de la conquista y la colonización, nos trae como
legado además, los preceptos filosóficos, religiosos, políticos, económicos,
entre otros, de Europa. Con este lente se estudiaba a la América alucinado como
estuvo Colón, Moro y en general los cronistas de indias; porque en las
embarcaciones venían también la filosofía racionalista y empiricista de la
modernidad europea para ser aplicada a otra realidad vista desde unas creencias
que chocaban con la realidad que tenían frente a sí. Esto naturalmente
justificó desvalorizar la religión autóctona, las costumbres, modos de vida, el
arte, formas de cultivo. Sobre este punto, afirman, González y Mas, (2003) “…la
cultura en la modernidad tiene como objeto la dominación de la naturaleza y el
ser humano, la oposición entre naturaleza y cultura, pueblos cultos e incultos…”,
(p. s/n.).
El
pensamiento latinoamericano postmoderno da un salto hacia delante, revitalizado
por el pensamiento crítico y, desde luego, trae consigo una mirada distinta a
los problemas latinoamericanos, por ende, un nuevo concepto de cultura desde la
perspectiva del otro. De modo que los investigadores deben replantearse y
formular nuevas teorías para abordar la realidad circundante. En este orden, los conceptos: multicultural e intercultural
son claves para no caer en la negación del otro, porque la negación del otro es
la negación de si mismo, como género humano, que fue casi en el pasado reciente lo que
caracterizó la Historia
Latinoamericana. En líneas muy generales, la visión de
cultura en la modernidad indicaba, en América Hispánica la lucha de la
civilización contra la barbarie como lo señaló magistralmente Rómulo Gallegos
en Doña Bárbara. En el pensamiento postmoderno como apunta George Steiner,
(1971) citado por González y Mas, (ob. cit.) en
relación al concepto de cultura
señalan tres puntos centrales que hay que derrumbar para la comprensión
de la cultura latinoamericana. Primero, desmontar el axioma que todo progreso
implica una curva que permite el ascenso. Segundo, no se acepta que el progreso
habrá sólo de difundirse desde los privilegios del hombre. Tercero, la
educación humanista no ha disminuido los niveles violencia e injusticia. El
hombre actual ha desarrollado nuevas tecnologías y avances en la ciencia; pero
no ha podido con su propia naturaleza. En estos tiempos la cultura ha expandido
su concepción, la cual abarca múltiples aspectos de la vida humana. Se habla
de cultura y política, cultura y
economía, cultura y sociedad, cultura y tecnología, cultura y religión, cultura
y deporte, entre otros, (González y Mas, ob. cit.).
Dentro de este contexto no debemos olvidar
que América es un producto de un
complejo proceso de mestizaje, las mezcla de varias razas, costumbres,
formas de vida… De modo que lo multicultural y lo intercultural debe ser
entendido como la combinación de tres culturas: africana, europea y americana y
otras que se remontan a las culturas del Lejano y Cercano Oriente. La cultura
en la Tercera Ola
de Toffler no tiene fronteras, y el espacio virtual ha hecho de la Tierra una aldea global
como señaló algún tiempo McLuhan. Esto ha influido en alguna medida al
reconocimiento del otro, ha enriquecer identidades culturales y aumentar la
participación en la vida cultural y familiar y fomentar la cooperación
cultural, (UNESCO, 1988). Sánchez, (2012) refiere que el “…investigador debe
entrar en el mundo de las personas que estudia y participa de sus símbolos, sentirlos,
pues si no siente, jamás llegará a entenderlos…teorías, elementos, herramientas
que le permiten comprender su realidad”, (p. s/n.). A este procedimiento metodológico,
— apunta este autor— se le llama antropología compartida.
Por otra parte, hay que tener en cuenta
que la América
tiene una gran diversidad; pero también tiene muchos elementos comunes. No está
demás señalar lo sostenido por Bravo Ordóñez, (2006) refiriéndose al arte como
una disciplina nacida en Europa renacentista que privilegiaba lo individual
frente a lo social, beatificando al artista como genio y excepcional. La
belleza a partir de allí se convierte como categoría fundamental, llegando a la
cúspide en el siglo XIX, con una especie de esteticismo idealista cuya premisa
es el arte por el arte y el mecanismo de dominación cultural influenciada por
una elite metropolitana, que los grupos sociales en América asimilarán sin cuestionamientos, sobre todo la burguesía
periférica. Este fue el caso con la religión católica en tiempos de la Conquista y la Colonización con el
arte colonial, que sirvió como mecanismo de dominación ideológico, ya aplicado
en la Edad Media
y en algún sentido en los siglos posteriores. Claro está, es pasado, nuestro
tiempo se corresponde a otras coordenadas de pensamiento e historia que no es
la de la colonia, aunque ésta influya decisivamente en el presente. Sobre estas
consideraciones hay que tener muy claro lo que apunta Bravo Ordóñez, (ob. cit.)
no hay que exagerar cuando creemos que la originalidad en el arte y la cultural
en general es recurrir a lo prehispánico, negando de esta manera el mestizaje
cultural, ignorando la falsedad de los dilemas viejo nuevo, universal o
nacional. Nuestra cultura es y será por mucho tiempo mestiza.
Aproximación
al Concepto de Arte. La producción de arte se remonta a la Prehistoria. El
Homo Sapiens creó un arte que tenía una función ritual y mágico-religiosa,
naturalmente esta visión cambió con el tiempo de acuerdo con la época y a la
cultura. Es con el Renacimiento italiano a fines del siglo XV cuando éste se
define y se separa de la artesanía y comienza a perfilarse como Bellas Artes. Etimológicamente
el término arte proviene del latín ars, que engloba todas las creaciones
elaboradas por el hombre para expresar su cosmovisión del mundo, ya sea real o
imaginario; empleando recursos plásticos, lingüísticos o sonoros. A través del
arte se pueden expresar ideas,
emociones, sensaciones diversas…
En Grecia Clásica ya existía una
clasificación que incluía seis disciplinas: la escultura, la danza, la música,
la pintura, la poesía y la arquitectura. En el siglo XX se incluye un séptimo
arte: el cine. Incluso hay quienes consideran a la fotografía como un octavo
arte, aunque algunos críticos opinan que ésta es una extensión de la pintura,
cosa con la que no estoy de acuerdo, porque si bien es cierto que existe cierto
paralelismo por su función de “reproducir imágenes”; no deja de serlo, que los
procedimientos formales y las técnicas
son bien diferenciadas. La historieta ha sido considerada como un noveno arte;
considerados por algunos un puente entre el cine y la pintura. La publicidad, la
moda, la televisión, los videos juegos, en algunos casos entran en el renglón
de obras de arte, al menos, en mi
opinión, los prototipos originales o los elaborados de edición limitada.
Últimamente el videoarte tiene un espacio importante en las artes visuales como
se corrobora con la Primera Bienal
Internacional de Videoarte, 2014 llevada a cabo en Puebla, México patrocinada
por el Instituto Municipal de arte y Cultura de esta ciudad.
En el marco de la Segunda Guerra Mundial surge el
concepto de Artes Visuales, refiriéndose a las artes que implican percepción
visual. Este término refiere a aquellas creaciones que pueden apreciarse
fundamentalmente por la capacidad de la vista, pintura, fotografía, cine,
escultura, esta última, está incluida además en las artes pláticas; como
manifestación del ser humano, en la que se reflejan recursos plásticos, algún
producto de su imaginación o su visión de la realidad. La diferencia entre las
artes plásticas y las artes visuales, es que esta última incluye el video, la
fotografía, videoarte, cine, entre otros.
El Arte como
Fundamento Teórico-Metodológico para el Estudio de la Cultura. Como ya señalé en líneas precedentes, el arte abarca
recursos plásticos, lingüísticos o sonoros. Por su capacidad de replicar la realidad
se convierte en un recurso valioso para el
estudio de la cultura debido a que nos deja un testimonio invalorable para
conocer el pasado humano. Se pueden desarrollar teorías y metodologías teniendo
como fundamento el arte para conocer nuestros procesos culturales. Proponer el
estudio de la cultura latinoamericana a través del arte, por mejor decir, la
cultura como expresión del arte, que es el tema central de lo planteado en este ensayo, he tenido que
acudir a la invalorable propuesta de Adolfo Colombres. Colombres, (2011) citado
por Arisbel López, Andraca propone una
“teoría transcultural visual” que consiste en
“… el alcance… conceptual encaminada a la conformación de un pensamiento
visual independiente…”, (p. s/n.). En relación a la literatura este autor, en
(ob. cit.) propone además una teoría intercultural de la literatura, para poner
a prueba un grupo de herramientas y estrategias de análisis para apreciar mejor
el conjunto de prácticas culturales periféricas; es decir, lo que Beigel,
Fernanda, (2005) denomina el fuego cruzado entre cosmopolitanismo y
nacionalismo.
Estas propuestas teóricas— la de Arisbel
López y la Beigel,
Fernanda— se centran en dos aspectos: la crítica de la estética occidental por
su incapacidad de aprovechar su ventaja histórica para reflexionar sobre los
temas relacionados con los campos del arte y la poética, para producir una
teoría de validez universal. Y que los esfuerzos teóricos se han quedado atrapados
en la crítica, pero ha sido incapaz de generar nuevos esquemas investigativos.
Para estas autoras no se trata de desechar las teorías occidentales, si no de
tomar de ellas elementos válidos y rechazar los otros que no son útiles. Adolfo
Colombres intenta explicar que con un grupo de categorías de la estética de Occidente,
se puede generar un pensamiento visual independiente para construir
conocimientos a partir de los antiguos conceptos que ploblematicen, que sirvan
para juzgar las prácticas simbólicas de las culturas de África, Asia, América y
Oceanía.
Colombres cree que el concepto de arte
manejado por Europa Occidental no es universal, sino universalizado, a través
de sutiles mecanismos de dominación cultural. Propone un pensamiento visual
independiente. Sobre este punto cabe recordar lo planteado por Álvarez y Barreto, (2010) citado por Arencibia, Coloma
y Arencibia, (s. f.) en su trabajo “El Arte de Investigar el Arte”, que entre
otras cosas, recomiendan a los investigadores de las ciencias del arte el
empleo de “…la multiplidad de metodologías de la investigación cuantitativas y
cualitativas… proponer diseños de investigación que privilegien la flexibilidad
metodológica, el equilibrio y el espíritu crítico”, (p. s/n.). En este orden de
ideas, Colombres, (2001) citado por Arencibia, Coloma y Arencibia, (ob. cit.) sugieren una teoría americana del
arte que debe arrancar de lo popular, de lo indígena, como una historia crítica
de las formas visuales de un país o
región. Esto lo sustenta este autor, en que
los estudios culturales euro centristas han ido borrando la densidad histórica
de lo local y de sus regionalismos críticos, por la imposición conceptual
académica de marcadas asimetrías entre lo global y lo local. Propone desmontar
los contructos teóricos enunciados desde Europa. Enuncia un planteamiento que
busque lo específico de nuestras prácticas artísticas, lo profundo de nuestro
pensamiento visual distinto o particular al del viejo mundo. En relación al
planteamiento anterior, Espinoza, (2000) citado por José Luís de la Nuez, (2012), señala:
“…
la postmodernidad no solamente ha propiciado una situación más complaciente con
relación a la aceptación´de la diferencia; también pone de manifiesto una nueva
postura hacia la tradición hacia el uso del pasado en la incorporación de ese
él en las estructuras y el tejido del presente. Todo ello se corresponde a un
panorama en la que cambian los saberes, el lenguaje cultural y el lenguaje de
las ciencias del arte”, (p. s/n.).
Sobre
este tema ha expresado Colombres, citado por Durán, (s. f.) es necesario evitar
“… el peligro del estancamiento entre modelos antiguos….La tradición no está
privada del ejercicio de la imaginación creadora, en la que se puedan consentir
nuevas formas a partir de las
precedentes… hay que deslindar el cambio aculturativo del cambio evolutivo”,
(p. s/n.). Más o menos en este mismo planteamiento Boaventura de Sousa, (2009)
ha planteado una “epistemología de sur”, que entre otras cosas, busca la
reivindicación del conocimiento y la emancipación social, que se sustenta en
tres premisas. Primera, no habrá justicia social global sin justicia cognitiva
global, que el autor llama ecología de saberes, para evitar lo que él llama
epistemicidio. Segunda, se debe evitar el colonialismo cultural y social a
través de prácticas anticoloniales y
anticapitalista. Tercero, busca identificar las relaciones desiguales de
poder-saber que subyacen a las epistemologías del Norte, que constituyen en
alguna medida en omisiones culturalistas, donde las culturas locales parecieran
no existir. La realidad pareciera un reducto con omisiones culturales, para lo
cual argumenta pasar de una sociología de ausencias a una sociología de
emergencias, en la que privilegie lo local y lo regional.
La Literatura como
Comprensión de la Cultura. En este espacio, a pesar de lo amplio de la literatura latinoamericana y
las posibilidades que nos brinda como testimonio histórico-cultural del
acontecer del hombre como “ser histórico” consciente de su destino, solo
brindaré algunos elementos más bien ilustrativos del alcance del testimonio de
los escritores latinoamericanos, quienes han documentado en sus novelas
cuentos, poesías, entre otros, el quehacer del hombre de esta latitud; porque
decía McLuhan, en su libro la “Galaxia de Gutenberg”, que el libro es una duplicación de la
realidad, que con los libros los muertos vuelven de sus tumbas a la biblioteca
del caballero, y quien mejor para duplicarla que nuestros escritores. Claro
está, no nos olvidemos de nuestro origen poli étnico: africano, americano y
europeo, que sabiamente describió Bolívar, (1819, Febrero) en el Discurso de
Angostura, cuando expresa:
Tengamos presente que nuestro Pueblo no es el europeo,
ni el Americano del Norte: que es mas (Sic) bien es un compuesto de África y
América que una emanación de la
Europa; pues que hasta España misma, deja de ser Europea por
su sangre Africana, por sus Instituciones y por su carácter. Es imposible
asignar con propiedad, á qué familia humana pertenecemos. La mayor parte del
indígena se ha aniquilado, el Europeo se ha mezclado con el Americano y con el
Africano, y este se ha mezclado con el Indio y con el Europeo. Nacido todos del
seno de una misma Madre, nuestros Padres, diferentes en origen y en sangre, son
extrangeros, (Sic) y todos difieren visiblemente en la epidermis: esta
desemejanza trae un reato de la mayor trascendencia. (Pp.119-120)
Por
ello nuestra cultura es diversa, la diversidad es la universalidad, y no la
pretenciosa universalidad europea que juzga desde sus valores, ignorando los
nuestros. Recientemente, Graciela Maturo, (2010) escribió una obra que a mi
manera de ver contribuye a esclarecer el problema cultural latinoamericano titulada: “América:
Recomienzo de la Historia. La
Lectura Auroral de la
Historia en la Novela Hispanoamericana”
en la que entre otras cosas expresa: “…la literatura, en sus fuentes, es
literatura; la literatura, en alguna medida, es historia. Hacer historia es
hacer literatura”, (p. 43). En esta obra la autora hace un profundo análisis de
los diferentes campos del saber que pasan por la ciencia, la filosofía, la
historia, la literatura venida con la modernidad europea encontrada en las
crónicas de indias, en las novelas, en los tratados de filosofía… Acierta al
decir esta autora, (ob. cit.) la gran literatura latinoamericana se nutre de su
propia identidad cultural. La novela latinoamericana—señala— mitifica la
naturaleza. La naturaleza misma es vista por el indígena como símbolo de la
diversidad. La novela de esta región refleja los contrastes y las tensiones propios de una humanidad en
búsqueda de nuevos horizontes.
El siglo XX se ha visto tocado por un
creciente interés en la historia del continente. Solo para ilustrar pensemos en
la obra de Eduardo Blanco, “Venezuela Heroica” en la que el autor deja para la
posteridad los episodios épicos de Carabobo, La Victoria, San Mateo,
Maturín, La Casa Fuerte…
García Márquez, con “El General en su Laberinto” relata la vida de los últimos días del
Libertador, colmado de pesimismo y grandes frustraciones. El fracaso político
de América del Sur: la anarquía política. Rómulo Gallegos en “Doña Bárbara” nos
retrata los antagonismos de la sociedad venezolana de principios del siglo XX,
la civilización y la barbarie, que en alguna medida es el dilema de los pueblos
de Sur. De modo que es en la novela hispanoamericana que hay que ir a buscar al
“ser latinoamericano”.
Las Artes Visuales y el Estudio de la Cultura. Cuando damos una mirada al pasado humano desde tiempos
aurorales hasta el presente, el arte representa, además del propósito para lo
que fue creado, un elemento icónico, para mostrar el grado de desarrollo de una
civilización, y los grandes logros alcanzados por el hombre en su devenir. Se
puede afirmar que el arte es la síntesis del desarrollo civilizatorio alcanzado
por los seres humanos. Tomemos algunos ejemplos para no convertir estas
afirmaciones en un discurso vacío, sin contenido. El hombre del Paleolítico nos
dejó las pinturas de los bisontes de la Cueva de Altamira, España y la Venus de Willindorf, Alemania;
el mundo antiguo, la Gran Pirámide,
Egipto; el Partenón y la Venus
de Milo, Grecia; el Coliseo, Roma; la Edad
Media, las Catedrales Góticas, Europa; el Renacimiento
italiano, La Geoconda,
Leonardo Da Vinci, y El Juicio Final de la Capilla Sixtina, Miguel Ángel Buonarrotti; el
mundo contemporáneo, la Torre Eiffel,
Maurice Koechlin, Francia; el Empire State Bulding, William F. Lanb Nueva York,
todas naturalmente consideradas obras maestras de la creación humana y
testimonio del desarrollo evolutivo del ser humano.
Naturalmente, la lista sería infinita del
sublime legado artístico creado por el
hombre en cada época. Los casos que cito aquí son con el propósito de ilustrar
que el arte es un camino para mostrarnos el desarrollo científico, tecnológico,
humanístico, cultural, entre otros, alcanzados por el hombre y naturalmente son
útiles para estudiar la cultura. Estos logros obviamente no son ajenos a la
América Latina. La pintura venezolana, a través de Juan Lovera (1779-1842),
según Calzadilla, (1961/1963) nos dejó una galería de retratos de Próceres de la Independencia y
hombres célebres que jugaron un papel protagónico en la vida republicana del
siglo XIX, tales como: Bolívar, Cristóbal Mendoza, Coto-Paúl, Muñoz Tebar, Lino
Gallardo, Vargas, padre Freites, Nicolás Rodríguez del Toro, y naturalmente sus
dos obras de invalorable documento histórico: El 19 de Abril de 1810 y El 5 de
Julio de 181. Según Boulton, (1968) son las más divulgadas y fueron pintadas en
1835 y 1838 respectivamente. Este investigador señala que en toda la historia
de la pintura venezolana no existe documento alguno de índole semejante. Sin
Lovera—explica Boulton— “aquellos próceres hubieran muertos con los rostros
ocultos”, (p. 62). Continúa este autor, Lovera es el iniciador en Venezuela del
género épico que alcanza la cúspide con Tovar y Tovar y Tito Salas. En El 19 de
Abril, Lovera logra una escena, sin
desmedro de su carácter épico, un saber popular y llano accesible al sentir de
la gente del común. En estas dos obras que he venido comentando Juan Lovera
muestra sus dotes de retratista, de pintor anecdótico capaz de despertar el
vivo interés, ahondando como buen sociólogo en los rostros de los Próceres,
(Boulton, ob. cit.).
Así como el género épico, el religioso
jugó un papel trascendente en la vida colonial venezolana. Relata Boulton,
(1975) que en Caracas en 1766 con motivo de un temblor ocurrido que no llegó a
terremoto, el Obispo Diez Madroñero, en acción de gracias, declaró a la Virgen María Servatricci Nostro
—Salvadora Nuestra, trad. del investigador— por haber protegido a la ciudad de
la destrucción, y dispuso que se hiciera un cuadro de la imagen de María
Santísima con el título de Nuestra Señora de Venezuela, que luego sacaron en
procesión por las calles de la ciudad de Caracas. Cabe recordar que el 11 de
junio de 1641 ocurrió un terremoto que devastó la ciudad muriendo casi la mitad
de la población. De modo que visto desde esta perspectiva el arte se convierte
en un documento histórico que refleja la cultura religiosa caraqueña de la
época.
En esta misma tónica apunta Guerrero, (1966)
en Calzadilla (Comp.), (1967) los pintores costumbristas, ilustradores y
viajeros que realizaron obras en Venezuela en el siglo XIX, sus trabajos son
hoy unos documentos invalorables para conocer más nuestra cultura venezolana,
como son por ejemplo las obras de los pintores Fritz Melbyl —Camino Nuevo de la Guaira y Casa de la Hacienda el Palmar— y
Camile Pissarro— Puente Ña Romualda— las cuales son unas estampas de la época. Más en el contexto
latinoamericano, a Diego Rivera quizá el
más grande muralista de las historia, en su obra pone al desnudo los problemas
del indigenismo mexicano y los relacionados con la colonización y la
independencia, lo mítico, la historia de México; que en algún sentido son los
mismos de la América Hispana.
Sus obras pasan por temas tales como: El Águila y la Serpiente, La Leyenda de Quetzalcoatl,
El Fusilamiento del Emperador Maximiliano, La Gran Tenochnotitlan, La Feria del Día de los Muertos,
(Silva 1966). Apunta este autor, que en el mural La Civilización Tarasca,
(1942) nos muestra una escena costumbrista de esta agrupación indígena ubicada
en lo que es hoy Michoacán; en la que se pueden observar a los indígenas
realizando tareas de la vida cotidiana: extrayendo savia del árbol de hule,
cortando flores, pescando, recogiendo frutos y añil, y un astrólogo consultando
el oráculo.
La pintura latinoamericana ha dejado como
petrificado en el tiempo el pasado humano. Innegablemente que es un lenguaje,
el lenguaje de la imagen que rivaliza, decía Saussure, con el lenguaje escrito,
en ambos hay cierto parentesco que los vincula: los contenidos. El lenguaje
escrito en su génesis es pintura, no nos olvidemos que las primeras formas de
escritura fue la pictografía. Afortunadamente, desde los tiempos de las cuevas
de Altamira, España, hasta hoy, el hombre ha tenido la preocupación de dejar
testimonio, de vida, de acontecimientos trascendentes. Quizá sean los
inventos—la escritura y la pintura— más importante que el hombre haya creado, que nos permiten tener en el presente el
pasado humano. La pintura trasciende a la pintura misma porque, se convierte en
un documento que deja el testimonio humano
en el tiempo. Me atrevería a
afirmar que su invención fue tan importante como la del fuego.
Unos
de los grandes legados culturales de América son sus piezas de orfebrería de
gran belleza que están a la par con las de Europa y el resto del mundo, sobre
todo las de las civilizaciones antiguas. Perú y Colombia tienen unas de las
mejores colecciones del mundo en piezas de oro que no tienen nada que
envidiarle a Egipto; que, no obstante, desmonta esa opinión de calificar de
culturas inferiores a las civilizaciones prehispánicas americanas. En el 2006
se publicó una interesante obra titulada: “Oro del Perú Antiguo” escrita por
Luisa Vetter Parodi en la que se muestra
una invalorable colección de piezas de orfebrería en oro del antiguo Perú,
verdaderas obras maestras de la minería, metalurgia y orfebrería procedentes de
las culturas Chavín, Moche, Chimú, Sicán, entre otras, que representan un alto
valor simbólico, muchas de ellas destinadas para ser usadas en rituales tanto
en vida como en el tránsito a su muerte. El estudio de estas obras de arte nos
acerca a la comprensión del desarrollo de estas civilizaciones que florecieron
en América antes de la venida de Cristóbal Colón.
En este mismo espíritu el Museo del Oro
del Banco de la República
de Colombia y el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber en 1991
presentaron la muestra: “Tesoros de Colombia”
en la que se mostraron un conjunto de piezas de orfebrería que datan de 500 a de C. y el 1000 de
nuestra era de las áreas arqueológicas de Timaco, Tolima, Tierra Adentro,
Nariño, entre otras realizadas en oro martillado de gran pureza, cobre, de variada naturaleza, joyas, amuletos
rituales, objetos variados de la vida cotidiana que evocan momentos gloriosos
de una civilización y de un esplendoroso desarrollo cultural que contradice lo
que indica la historiografía oficial y las explicaciones que dan algunos
eruditos europeos.
Conclusiones. La cultura popular—apunta Colombres, (2007) es “… una realidad
verificable, la cultura oficial resulta con demasiada frecuencia en nuestros
países un simple proyecto ideológico”, (p.49). Lo que se traduce en
manipulación al servicio de las clases dirigentes, que, no obstante, no tiene
la intensión de conocer, valorar,
divulgar y difundir nuestra cultura, sino de estar al servicio de la
partidocracia de turno.
El
arte y la literatura, al igual que el mito, es la mejor forma de abordar la
complejidad de los mundos simbólicos y conocer la naturaleza humana, (Colombres,
2011).El mito es el fundamento mismo de todo ser en el mundo, tanto social como
individual.
El
arte es un lenguaje simbólico muy expresivo, dada su naturaleza coloca al
pasado en el presente, lo cual nos permite conocer el nivel cultural de los
pueblos. El arte latinoamericano es muy variado, rico; pero al mismo tiempo,
expresa la cultura; a su vez, ésta es expresada por el arte. La cultura
latinoamericana es diversa, por eso es universal. La diversidad expresa la
universalidad. La pretensión euro centrista de la universalidad niega los
valores culturales de otras regiones, y no deja de ser más que una pretenciosa
arrogancia.
Es necesario generar teorías y
metodologías autóctonas y tamizar las venidas de Europa y tomar lo útil para la comprensión de la
cultura latinoamericana, como dice Colombres. Hay que estar consciente de lo
diverso de nuestra cultura, de nuestro origen étnico. Nuestros escritores y
pintores latinoamericanos son genuinos historiadores, sociólogos, filósofos,
conocedores del quehacer cultural de América. Si queremos conocer nuestra
realidad latinoamericana, habría que buscarla en las viejas páginas empolvadas
de los libros, de Rodó, Carpentier, García Márquez, Uslar Pietri, Gallegos, Octavio
Paz, Rubén Darío; y en los murales de
Rivera, Sequeiros, Martín Tovar y Tovar.
Los murales de Diego Rivera dicen más de la historia de México que
cualquier manual de historia o de sociología. Oficina Nº 1 de Miguel Otero
Silva nos deja el testimonio vivo de lo que significa la problemática social
que se gestó en Venezuela a raíz de la explotación petrolera. Si queremos
conocer la genuina cultura de un pueblo leamos su literatura y veamos sus
pinturas.
Muestra Visual: "Momentos Venezolanos"
Las obras del ingenio humano, plasmada en los diferentes materiales: piedras, tierra, madera, metales preciosos, lienzos, papiros, papel y tantos otros siempre han dejado una visión del cómo fue la cultura con sus costumbres y modos de las épocas en que fueron creadas, a cantinuación y a manera de ejemplo, las siguientes obras pictoricas (Hernández, V. 2015):
David Marcano (Macarapana, estado Sucre) "Paisaje de Macarapana", estado Sucre (2000) Óleo/Tela
Hector Meléndez (Bismiche, estado Lara) "Bismiche-Cubiro" (2007) Pintura al Frio/MDF
José Astudillo (Cariaquito, estado Sucre) "Capilla Evangelica de Cariaquito" estado Sucre (1991) Óleo/Tela
José Rojas (Puerto La Cruz, estado Anzoátegui) "Pueblo Viejo Lecheria, estado Anzoátegu" (1996) Acrilico/Tela
Omaira Gutiérrez (Maracaibo, estado Zulia) "El Saladillo Maracaibo, estado Zulia" (1984) Acrilico/Madera
Maria Edicta La Cruz (La Baja Mucuy, Mérida, estado Mérida) "Paisaje de La Baja Mucuy" Mérida, estado Mérida (2005) Esmalte Industrial/Terracota
Omar Rodríguez (Barquisimeto, estado Lara) "Paisaje de Cubiro" estado Lara (2008) Óleo/Tela
Anibal Rafael Palma (Ciudad Bolivar, estado Bolivar) "Pesca de Sapuara en el Orinoco" Paseo Orinoco, Ciudad Bolívar (2001) Pintura al Frio/Tela
Luís Ramos (Caracas, Distrito Capital) "Un Ventarrón en el Medano de Coro" estado Falcon. Óleo/Tela
Edito López (Maracay, estado Aragua) "Procesión del Nazareno" (s.f.) Acrilico/Tela
Miriam Mejias (Taratara, estado Falcón) "En Honor a San Juan" (2011) Óleo/Tela
Luis Villalba (Cariaquito, estado Sucre) "La Culebra de Ipure San Antonio de Maturín" (2005), estado Monagas Óleo/Tela
Adrián José Pérez (Grone Romepri) (El Tocuyo, estado Lara) "Queso, Acemita, Café, los tres cobres en la úrtima noche del murio" (s.f.) Óleo/Tela
Rafael Bustamante (Caracas, Distrito Capital) "Los Papagallos" (1994) Acrilico/Tela
A. Munñoz "Procesión del Santo Sepulcro" (1979) Óleo/Tela
Tere González (Maracaibo, estado Zulia) "Colibrí en la Flor" (s.f.) Tapiz (textil)
Domingo Escalona (Yaritagua, estado Yaracuy) "Cristo Coronado de Espinas" (s.f.) Óleo/Cartón Piedra
Carlos Galindo (San Sebastián de Los Reyes, estado Aragua) "Crucifixión" (1981) Óleo/Cartón Piedra
Yovanina Tineo (Barcelona, estado Anzoátegui) "Diablos Danzantes Felices" (1994) Óleo/Tela
Altidoro Rodríguez (Barquisimeto, estado Lara) "La Divina Pastora" (2007) Esmalte Industrial/Tela
Miguel Pérez (Los Teques, estado Miranda) "Bolivar Entrada Triunfante a Caracas en 1813" (2013) Mixta/Papel
Víctor Suárez (Barquisimeto, estado Lara) "La Batalla" (Tamunangue)" (s.f.) Pintura al Frio/Tela
Referencias
—Arpini de Márquez, Adriana. (s.
f.). La concepción de la
Historia y la
Utopía en Tres Pensadores
Latinoamericanos.Alejandro Korn, Alejandro Deustua y José Vasconcelos. Vol.
07 Mendoza, Argentina: Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional
de Cuyo. [Revista en línea]. Disponible en: http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/4025/06-vol-07-arpini.pdf
Visita: 17- 12 – 2014.
—Arencibia, Coloma,
Yaneidys; Coloma Rizo, Maricel y Arincibia Ávila, Daniel. (s. f.). Algunos
Problemas Teóricos y Metodológicos para
el Estudio de las Teorías del Arte y la Cultura Artística
en Cuba o los Pasos Perdidos del Pensamiento Cultural Cubano(1923-1961).Tlatemoami Revista de
Investigación .Espala : Grupo Eudemed Net, Universidad de Málaga.[Revista en
línea]. Disponible en: www.eudemed.net/rev/tlatemoani/10/cra.html
Visita: 02-12-2014.
—Aribel López, Andraca.
(s. f.). Hacia una Teoría Ecuménica de las Artes Visuales .Adolfo Colombres y la Estructuración de
un Pensamiento Visual Independiente. [Documento en línea] .Disponible en: www.cubacine.cult.cu/sitios
/revistacinecubano/digital23/articulos57.htm. Visita: 01-12-2014.
—Beigel, Fernanda,
(2005, Mayo 11). Las Identidades Periféricas en el Fuego Cruzado del
Cosmopolitalismo y el Nacionalismo. [Documento en línea]. Disponible en: www.lajiribilla.co.cu/2005/n225_08/tomo1/06_identidades,pdf.
Visita: 22-01.2015.
—Boulton, Alfredo.
(1968). Historia de la Pintura
en Venezuela. T. II. Época Nacional. De Lovera a Reverón. Caracas: Editorial
Arte.
————————. (1975).
Historia de la Pintura
en Venezuela. T. I. Época Colonial. (2da. ed.). Caracas: Ernesto Armitano
Editor.
—Boaventura de
Sousa, Santos. (2009). Una Epistemología del Sur la Reivindicación del
Conocimiento y la Emancipación Social. México: Siglo XXI
Editores.
—Bravo Ordóñez,
Carmen. (2006). El Arte con Identidad Cultural: El Arte Latinoamericano.Revista
Perspectiva. Año 0, nº 2.México: Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de
Monterrey. [Revista en línea]. Disponible en: http://campus.cva.itesm.mx/perspectiva/El%20arte%20con%20identidad%20cultural.html
Visita: 02-12-2014.
—Cáceres, Andrés. (Entrevistador).
(2011, Febrero 11). Adolfo Colombres: “Casi todo el arte posmoderno se volvió
descartable”. [Entrevista a Adolfo Columbres]. Cultura. Los Andes. [Periódico
en línea]. Disponible en: http://archivo.losandes.com.ar/notas/2011/2/19/adolfo-colombres-casi-todo-arte-posmoderno-volvio-descartable-551465.asp
Visita: 02-12-2015.
—Calzadilla, Juan.
(1961/1963). Pintores Venezolanos. Una Visión de la Pintura Venezolana.
Caracas: Ministerio de Educación.
—Colombres, Adolfo.
(2007). Sobre la Cultura
y el Arte Popular. Serie Antropológica. Buenos Aires: Ediciones del Sol. [Libro
en línea]. Disponible en: http://books.google.co.ve/books/about/Sobre_La_Cultura_Y_El_Arte_Popular.html?id=urNoAAAAMAAJ&redir_esc=y.
Visita: 03-12-2014.
—Colombres Abordó la Problemática
Cultural. (2012, Julio 1). Diario La Opinión Austral. (Información
General). [Periódico en línea].Disponible en: www.lainformacionaustral.com.ar/diario.arp?Modo-noticias&NED-436&texto-&A-2012&M-7&D-2.
Visita: 10- 12- 2014.
—Guerrero, Luís.
(1966). Costumbristas y Viajeros del Siglo xix Pisarro-Melbye-Paez. En:
Calzadilla, Juan, (1967). El Arte en Venezuela. Caracas: Edición Especial del
Círculo Musical.
—Durán, Leonel. (s.
f.). Adolfo Colombres y el Proyecto Civilizatorio de América Latina. Revista
Tesiuami. [Revista en línea]. Disponible en: http://tesiuami.uam.mx/revistasuam/alteridades/include/getdoc.php?id=55&article=54&mode=pdf
Visita:
02-12-2014.
—González Ramírez, Neira y Mas, Josefina. (2003,
Enero). El Nuevo Concepto de Cultura: La Nueva Visión del
Mundo desde la Perspectiva
del Otro. Caracas. En: Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación la Ciencia y la Cultura. Pensar Iberoamérica.
Revista de Cultura. [Revista en línea]. Disponible en: www.oei.es/pensariberoamerica/coloboraciones11.htm.
Visita: 02-12-2014.
—Light y Otros,
(2003). Sociología Cultural. Cultura. México: Mc Graw Hill. [Libro en línea].
Disponible en: www.buenastareas.com/ensayo/cultura-en-sociología/1866869.html.
Visita: 28-10-2014.
—Massara, Gisela. (2010,
Febrero). Enfoques Teóricos en Relación al Arte y la Diversidad Cultural.
En: universidad de Palermo, Facultad de Diseño y Comunicación. (2010, Febrero).
Reflexión Académica en Diseño y Comunicación, nº XIII. XVII Jornada de
Reflexión en Diseño y Comunicación. Año XI, vol. 13.Buenos Aires, Argentina:
Autor. [Libro en línea]. Disponible en: http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php?id_libro=127&id_articulo=201.
Visita: 01-12-2014.
—Maturo, Graciela.
(2010). América: Recomienzo de la Historia.
La Lectura Auroral de la Historia en la Novela Hispanoamericana.
(1ª ed.). Buenos Aires: Editorial Biblos.
—Naessens, Hilda. (2010,
Enero-Junio). Alberto Saladino García, Pensamiento Latinoamericano del siglo
XIX. Antología. Latinoamérica. Revista de estudios Latinoamericanos. nº 50. México:
Facultad de Humanidades –UAEM. [Revista en línea]. Disponible en: http://www.cialc.unam.mx/web_latino_final/archivo_pdf/Lat50-155.pdf Visita: 15-12-2014.
—Museo del Oro
Banco República Colombia (Autor) y Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía
Imber (Comp.). (1991, Julio-Agosto). Tesoros de Colombia. Caracas: Autor.
—Nuez, José Luís de
la. (2012, Diciembre). La crítica artística latinoamericana de fin de
siglo y la cuestión de lo popular.
Revista Aisthesis, nº 52 Santiago de Chile. [Revista en línea]. Disponible en: www.scielo.d/scielophp?pid-5071820120002000.10&script-sciartetext.
Visita: 10- 12- 2014.
—Roock, Mauri.
(2011, Enero 27). Los Pensadores Latinoamericanos: Enrique Dussel , Antonio
Caso Andrade , José Vasconcelos , Samuel Ramos , Leopoldo Zea Aguilar.
(Filosofía). [Documento en línea]. Disponible en: http://filosofiaepo11.blogspot.com/
Visita: 09- 12-
2014.
—Sánchez, Abel.
(Entrevistador). (2012, Febrero). La Civilización
Latinoamericana. [Entrevista a Adolfo Colombres] .La Jiribilla, Revista de
Cultura Cubana, Año X, 41.La Habana, Cuba. [Revista en línea].Disponible en: www.lajiribilla.cu/2012/n563_03/563_04.html
Visita: 01-12-2014.
—Silva E., r. S.
(19669. Frescos de Diego Rivera en el Palacio Nacional de la Ciudad de México. México:
Autor.
—Simón Bolívar.
(1819, Febrero 15). Discurso de Angostura, Angostura, Venezuela. En: Cordero,
Damarys y Aguiar, Mike. (Comps.). (2007). Simón Bolívar Ideario Político. Once
Documentos de Trascendencia Histórica. (3ª ed.). Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República, pp. 101-152.
(Tomado de José Félix Blanco y Ramón Azpurua, 1978. Documentos para la Historia de la Vida Pública del Libertador.
VI, Caracas: Ediciones de la
Presidencia de la República, pp. 584-598.
—Tyler, E. B., (s.
f.). Filosofía de la Cultura. Cultura
en Sentido Antropológico (primitive culture). Proyecto Filosofía en Español.
[Diccionario en línea]. Disponible en: http://filosofia.org/filomat/df406.htm.
Visita: 29-10-2014.
UNESCO, (1982).
Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales. México: UNESCO
————, (1988).
Decenio Mundial para el Desarrollo Cultural (1988-1997). París: UNESCO.
————, (2014).
Líneas de Trabajo. México. [Documento en línea]. Disponible en: www.unesco.org/new/es//mexico/work-areas/cultura/
Visita: 01-12-2014.
—Vetter Parodi,
Luisa. (2006). Oro del Perú Antiguo. Perú: Museo del Oro.
—Wajnerman, Carmen.
(2011, Julio 15-16). Noción de arte: ¿un
concepto que nos acompaña o nos traiciona para pensar las prácticas políticas
desde el arte? II Encuentro de Arte y Movimientos Políticos y Sociales IMPA -15
Y 16 de julio de 2011. (Ponencia). [Documento en línea] .Disponible en: www.culturaypolitica.com.phps-4ord1-1website.com/files/wajnermanc-Nocionde.
Visita: 04-12-2014.
LA CULTURA COMO EXPRESIÓN DEL ARTE
MOMENTOS DE VENEZUELA
OBRAS DE LA COLECCIÓN MANUEL BAS
FOTOGRAFÍA Y TEXTO: Manuel Bas
DISEÑO Y EDICIÓN ELECTRÓNICA: Esp. Víctor A. Hernández
AGRADECIMIENTOS: Omar Rodríguez, Oswaldo Mora Nuñez, Moshe Aramati
Este trabajo fue presentado originalmente (sin la muestra visual "Momentos Venezolanos" en:
LA CULTURA COMO EXPRESIÓN DEL ARTE
MOMENTOS DE VENEZUELA
OBRAS DE LA COLECCIÓN MANUEL BAS
FOTOGRAFÍA Y TEXTO: Manuel Bas
DISEÑO Y EDICIÓN ELECTRÓNICA: Esp. Víctor A. Hernández
AGRADECIMIENTOS: Omar Rodríguez, Oswaldo Mora Nuñez, Moshe Aramati
Este trabajo fue presentado originalmente (sin la muestra visual "Momentos Venezolanos" en:
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA
EXPERIMENTAL LIBERTADOR INSTITUTO PEDAGÓGICO DE
CARACAS
VICERRECTORADO DE
INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
SUBDIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO DOCTORADO EN CULTURA Y ARTE PARA
AMERICA LATINA Y EL CARIBE
CURSO: LA CULTURA, POLISEMIA
INSTITUCIONES Y NORMATIVAS
Profesora: Dra. Aura
Marina Orta
Participante: Manuel
Bas
Caracas, 26 de enero
de 2015
Muy interesante el tema de la cultura como expresion de arte ya que nuestras raices han sido desprestigiadas a lo largo de los años y es muy relevante la informacion aqui descrita, sugiero a los lectores mas jovenes para que mse mantengan informados de toda nuestra historia tanto venezolana como de latinoamerica para despejar dudas al respecto. Aprovecho de instarlos a visitar mi sitio web con material interesante: http://carvajalacosta0.blogspot.com/
ResponderEliminar