ASÍ
ME DIJO EL MAR DE GLORIA STOLK
Manuel Bas
Dr. en Cultura y Arte para América Latina y el Caribe
Instituto Pedagógico de Caracas
manuel.bas@hotmail.com
Caracas, D. C., Venezuela
"La mar gime con los ahogados del Middle
Passage, con la matanza de sus aborígenes: caribe, arahuaco, taino... el genio
antillano está condenado a contradecirse, es un sinónimo de los pedazos
separados del continente originario"
(Derek Walcott, 1992).
Los
tres abuelos de América expresado en la metáfora de Juan Indio, Juan Negro y
Juan Español, que se refiere a los tres continentes y su cultura (Miguel Rojas
Mix, 1991).
Mar Caribe, mar del azúcar, a veces feroz,
de huracanes, de Mareiwa, de historias infinitas que narran las pugnas de
inverosímiles y verosímiles historias, en la que la imaginación humana supera
la realidad. Un mar salpicado de peñascos, que en una época fueron factorías de
injusticias, creadas por los dioses blancos de barbas de oro; mar de piratas y
héroes, de bandidos y santos, de azul como el cielo en el día; negro y oscuro
en la noche que simula el infierno. Pero también de lunas y estrellas
brillantes… Estrella de Sirio, ojo que todo
lo ve en silencio. Mar de cantos en los ingenios para ahogar el dolor y el
recuerdo, que la dulzura de la azúcar produjo la cañaduz que trajo el
Almirante, que sin saberlo, dictaba la sentencia, de las manos traídas por el
desarraigo de la tierra sin frío o calor, so pretexto por la maldición de Dios
[no todo Dios], el Dios de la Península Ibérica, el de Fe ciega, que condenó a
gentes de trajes naturales de ébano; oprimió y permitió cometer las más
impensables atrocidades. Esto lo dice el Mar Caribe, Mar Mediterráneo Americano…,
Mar Andrógino…, mare nostrum American, Mare
Tenebrarum, Bahr al-Zulumat… de
la hibridación cultural… el mar de
Afrodita, de Olokún, de Yemayá, de Erzulie, de Krisna, de Oshún, de Poseidón…
El Mar Caribe con quien hablaba a diario,
cuando se fue en misión diplomática a Santo Domingo, Gloria Stolk (Caracas, Venezuela
(1912-1979).
Un mar de diálogos infinitos, de contar cosas que habitan en la eternidad; que,
no obstante, forman parte del imaginario de las gentes de tierras en aguas. No
se sabe dónde
comienza la realidad y donde termina, qué es ficción; y qué no lo es. Este es el
relato de Stolk titulado: Así me dijo el
mar; el primero en la lista de las 13 narrativas breves que integra su
libro Cuentos del Caribe, segunda
edición, publicada en el por Monte Ávila Editores
Latinoamericana en el año 2006, que
comento en estas líneas.
Seguramente le dijo el Mar Caribe que un
genovés trajo una mágica planta que le proporcionó dulzura a unos y a otros
amargura. Y que en esas islas hidropónicas donde producirían el oro blanco de los árabes a gran
escala, se trajo la mano de ébano,
imprescindible, como manufactura
infernal; para que la mano de
marfil la explotara. Entonces, la abeja reina de aguijón de espada, y el fraile
con la cruz de la victoria de Cristo Redentor, hicieron la perfecta alianza que
anunciaba Torquemada en la Monarquía Indiana, donde maldecía los hombres de
abenuz, para convertirlos en bueyes de ingenios, en siervos, y otros que no
pudieron serlos, por perderse en el mar, en el triángulo, no de las Bermudas,
sino en el de Middle Passage,
del que relata Derek Walcott en 1992 a propósito de recibir el Premio Nobel de Literatura;
triangulo rectángulo: Europa-África-América
donde murieron sirenas y tritones ¡Así me dijo el mar¡ Nunca revelará todas sus
verdades, un halo de misterio será su eternidad. Voz del silencio. Por eso
diría Walcott, en esa oportunidad: “La herencia remota. Las Antillas: fragmentos de una memoria épica”
(p. s / n).
El papel de la Iglesia Católica decidió el destino del Mar de las
Antillas, de la tierra de Calibán, el
día 18 de junio del año 1452 con la Bula
Dum Diversas dictada por el papa Nicolás V en la que se autoriza a Alfonso
V de Portugal a esclavizar sarracenos y paganos y consignarlos a una esclavitud
indefinida, considerada por algunos estudiosos, como el advenimiento para la trata
de esclavos en África Occidental (Wikipedia, 2020a). Posteriormente, para
profundizar estas acciones, el 8 de enero de 1455, el mismo Sumo Pontífice, le
otorga al Rey Alfonso V de Portugal la Bula Romanus Pontifex en
la que cede de manera exclusiva todas las islas, tierras, puertos y mares
conquistados en las regiones que se encuentran desde los cabos de Bojador y de
Nam a través de toda Guinea y más allá hasta la orilla meridional (Wikipedia,
2020b). Por cierto, en nombre de Dios. En nombre de Dios, se realizó el tráfico
de esclavos negros de África Occidental, que obedeció, en gran parte, a que
1493 Constantinopla cae en manos de los turcos otomanos interrumpiéndose el
flujo de esclavos proveniente del Mediterráneo Oriental y alrededores del Mar
Negro, razón por la cual, los portugueses comienzan a traer servorum a lo largo de la Costa Occidental
de África, en un comienzo hacia Europa, luego hacia América, en mayor escala en
el Mar Caribe, el motivo primigenio: las plantaciones de caña de azúcar.
A estas descabelladas bulas papales y vil
prácticas y argumentos de los hijos de Plutón, viene a ponerle la cereza al
pastel de injusticias y subyugaciones;
la obra: Crónica del Descubrimiento
y Conquista de Guinea y otros Relatos de Alzurara
Gomes Eannes escrita en 1493 / 1988
dedicada al Rey de Portugal, donde sostiene la teoría sobre la maldición de Noé
a su hijo Caín, que recayó sobre la gente de ébano, calificadas de perversas y malvadas. Una tesis similar sostiene fray Juan de Torquemada en su
obra "Monarquía Indiana" escrita en 1615 / 2013, donde
expresa la desigualdad racial como imposición divina, por lo tanto merecían ser
esclavos. Se conjugaron en esta empresa el trígono: Pontífice-Rey-Asentista…
Mar Caribe, babel de lenguas. Caribe
inglés, español, francés, neerlandés, creole, papiamento… El Mar de Zacarías
que encierra el dolor de Alfida cantora de ingenios, con sus cantos apagaba su
dolor; que ni con ensalmes ni oraciones era posible; pero sí, con los mantras
de palabras desconocidas para los capataces de los asentistas ingleses; un
cantar a veces llanto de camuflaje, pero que también es Mar. Dice Gloria Stolk
de Alfida: “El mar era su padre, su protector, su amo… su marido. La vida se
hizo soportable para ella desde que Alfida tuvo amores con el mar”. Con el
mismo mar que ruge como león enfurecido en tiempo de huracanes, agua bendecida
del sustento humano, también del misterio de la vida. Alfida es el tiempo bajo
la Luna y el Sol, un tiempo indetenible, la vida poblada de recuerdos, porque a
cada instante somos menos que ayer y más recuerdos que vida.
Alfida volverá cantando. Alfida,
transfigurada en Oceánide o Atabey, siempre cantarás, porque el canto fue
alimento del alma en el ingenio que fue grillete y cárcel; amor y odio; risas y
llantos. Que el asentista inglés nunca vio, pero el capataz sí, vio lágrimas y
dolor en el ingenio azucarero, nunca se conmovió. La azúcar, Des Kapital, con
que se construyeron los puertos comerciales de Bristol, Capital Verde Europea, y Liverpool de The Beatles. Puertos hechos de lágrimas negras, las lágrimas del
dolor. Alfida nunca volvió, porque Alfida es mar. Nunca volvió del relato surrealista de Zacarías, que son los Cuentos del Caribe. Así me
dijo el mar, mar de sirenas y tritones ahogados por la inclemencia de los
negreros del triángulo maldito, del triángulo de la muerte por donde pasaron
los vasallos del Rey Azúcar del Mar Caribe en una diabólica diáspora del
tráfico inclemente del dolor, que ni los huracanes detuvieron.
Mar Caribe, antropófago acuático, los que
te pintan de bárbaro, de “comegente”, olvidan las “cuestiones del mar”, cuyo
credo, es que en cualquier suceso de naufragio en el ponto, los que mueren
serán pastos de los que viven, para salvarlos de la muerte inevitable. En otras
palabras, señores: “Los vivos se comen a los muertos” (ley del mar). Esta era una vieja tradición de los marinos europeos
desde tiempos lejanos. Que los conquistadores olvidaron y ocultaron. Para
ilustrar este asunto, cabe recordar la historia del barco ballenero Essex,
capitaneado por George Pollard, hundido por un cachalote en el océano Pacífico
en 1820, y en vista de la desafortunada y desesperanzada situación, para
sobrevivir se tuvo que comer a su sobrino que ya había muerto. Una historia por
cierto que inspiró a Herman Melville para escribir su célebre novela Moby Dick.
Alfida es el mar, es mare, es Pontus, por eso
no volvió, porque siempre estará, y no dirá todo su misterio. Si lo dice, como
señala Zacarías, será como clavar una espina de cactus en el pecho, como una
historia triste de la niña Alfida, con su piel dorada, su boca gruesa y su
eterna manía de cantar, como cantaban las mujeres en los ingenios azucareros
para olvidar el dolor. Su boca lloraba soles, su rara desgracia el triángulo
infernal: la espada, la cruz y la caña. Alfida nunca volvió ¿Para qué? Si
siempre estará…
Así me lo dijo el mar…
REFERENCIAS
Gomes Eannes, A. de. (1988). Crónica del Descubrimiento y Conquista de
Guinea y Otros Relatos. España: Editorial Delgado Luís, José Antonio.
(Trabajo original publicado en 1453).
Stolk, G. (2006). Cuentos del Caribe. [Así me dijo el mar] (2a. ed.). Caracas: Monte
Ávila Latinoamericana.
Torquemada, J. de. (2013). Monarquía Indiana (3a. ed.). México:
Universidad Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas.
(Trabajo original publicado en 1615). [Libro en línea]. Disponible: http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/monarquia/volumen/01/mi_vol01.html. [Consulta: 2021
Abril 4].
Walcott, D. (1992). Discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura. La herencia
remota. Las Antillas: fragmentos de una memoria épica (J. L. Rivas y N.
Glass, Trads.) [Documento en línea]. Disponible: https://www.facebook.com/notes/graciela-laura-duca-cuca/discurso-de-aceptaci%C3%B3n-del-premio-nobel-de-literatura-la-herencia-remota-derek-w/1446294602291299/. [Consulta: 2021,
Abril 4].
Wikipedia. (2020a, Junio 28). Dum Diversas. [Enciclopedia en línea].
Disponible: https://es.wikipedia.org/wiki/Dum_Diversas. [Consulta: 2021,
Abril 3].
Wikipedia. (2020b, Julio 23). Romanus Pontifex. [Enciclopedia en
línea]. Disponible: https://es.wikipedia.org/wiki/Romanus_Pontifex. [Consulta: 2021,
Abril 3].
MUESTRA
VISUAL
Leonardo Alvarado
(Puerto Píritu, Edo. Anzoátegui, Venezuela)
Indio Caribe Cumanagoto (2011)
Colección y
fotografía Manuel Bas.
Jorge Romero
(Petare, Edo, Miranda, Venezuela)
Mujeres en la playa
(2011)
Colección y
fotografía Manuel Bas
Poster on line: Licdo. (Esp.) Víctor A. Hernández
Edición: Víctor A.
Hernández & Manuel Bas
Caracas, D. C., Venezuela, mes cuatro de 2021