sábado, 17 de abril de 2021

ASÍ ME DIJO EL MAR DE GLORIA STOLK

 

 

 

 

 

ASÍ ME DIJO EL MAR DE GLORIA STOLK

 

Manuel Bas

Dr. en Cultura y Arte para América Latina y el Caribe

Instituto Pedagógico de Caracas

 

 

manuel.bas@hotmail.com

Caracas, D. C., Venezuela

 

 

"La mar gime con los ahogados del Middle Passage, con la matanza de sus aborígenes: caribe, arahuaco, taino... el genio antillano está condenado a contradecirse, es un sinónimo de los pedazos separados del continente originario" (Derek Walcott, 1992).

 

 

Los tres abuelos de América expresado en la metáfora de Juan Indio, Juan Negro y Juan Español, que se refiere a los tres continentes y su cultura (Miguel Rojas Mix, 1991).

                               

                                                                                   

     Mar Caribe, mar del azúcar, a veces feroz, de huracanes, de Mareiwa, de historias infinitas que narran las pugnas de inverosímiles y verosímiles historias, en la que la imaginación humana supera la realidad. Un mar salpicado de peñascos, que en una época fueron factorías de injusticias, creadas por los dioses blancos de barbas de oro; mar de piratas y héroes, de bandidos y santos, de azul como el cielo en el día; negro y oscuro en la noche que simula el infierno. Pero también de lunas y estrellas brillantes… Estrella  de Sirio, ojo que todo lo ve en silencio. Mar de cantos en los ingenios para ahogar el dolor y el recuerdo, que la dulzura de la azúcar produjo la cañaduz que trajo el Almirante, que sin saberlo, dictaba la sentencia, de las manos traídas por el desarraigo de la tierra sin frío o calor, so pretexto por la maldición de Dios [no todo Dios], el Dios de la Península Ibérica, el de Fe ciega, que condenó a gentes de trajes naturales de ébano; oprimió y permitió cometer las más impensables atrocidades. Esto lo dice el Mar Caribe, Mar Mediterráneo Americano…, Mar Andrógino…, mare nostrum American, Mare Tenebrarum, Bahr al-Zulumat… de la hibridación cultural… el mar de Afrodita, de Olokún, de Yemayá, de Erzulie, de Krisna, de Oshún, de Poseidón…

 

     El Mar Caribe con quien hablaba a diario, cuando se fue en misión diplomática a Santo Domingo, Gloria Stolk (Caracas, Venezuela (1912-1979). Un mar de diálogos infinitos, de contar cosas que habitan en la eternidad; que, no obstante, forman parte del imaginario de las gentes de tierras en aguas. No se sabe dónde comienza la realidad y donde termina, qué es ficción; y qué no lo es. Este es el relato de Stolk titulado: Así me dijo el mar; el primero en la lista de las 13 narrativas breves que integra su libro Cuentos del Caribe, segunda edición, publicada en el por Monte Ávila Editores Latinoamericana en el año 2006, que comento en estas líneas.

 

     Seguramente le dijo el Mar Caribe que un genovés trajo una mágica planta que le proporcionó dulzura a unos y a otros amargura. Y que en esas islas hidropónicas donde  producirían el oro blanco de los árabes a gran escala, se trajo la mano de ébano,  imprescindible, como manufactura  infernal; para  que la mano de marfil la explotara. Entonces, la abeja reina de aguijón de espada, y el fraile con la cruz de la victoria de Cristo Redentor, hicieron la perfecta alianza que anunciaba Torquemada en la Monarquía Indiana, donde maldecía los hombres de abenuz, para convertirlos en bueyes de ingenios, en siervos, y otros que no pudieron serlos, por perderse en el mar, en el triángulo, no de las Bermudas, sino en el de Middle Passage, del que relata Derek Walcott en 1992 a propósito de recibir el Premio Nobel de Literatura; triangulo rectángulo: Europa-África-América donde murieron sirenas y tritones ¡Así me dijo el mar¡ Nunca revelará todas sus verdades, un halo de misterio será su eternidad. Voz del silencio. Por eso diría Walcott, en esa oportunidad: “La herencia remota.  Las Antillas: fragmentos de una memoria épica” (p. s / n).

     El papel de la Iglesia  Católica decidió el destino del Mar de las Antillas, de la tierra de Calibán, el día 18 de junio del año 1452 con la Bula Dum Diversas dictada por el papa Nicolás V en la que se autoriza a Alfonso V  de Portugal a esclavizar sarracenos y paganos y consignarlos a una esclavitud indefinida, considerada por algunos estudiosos, como el advenimiento  para la trata de esclavos en África Occidental (Wikipedia, 2020a). Posteriormente, para profundizar estas acciones, el 8 de enero de 1455, el mismo Sumo Pontífice, le otorga al Rey Alfonso V de Portugal la Bula Romanus Pontifex en la que cede de manera exclusiva todas las islas, tierras, puertos y mares conquistados en las regiones que se encuentran desde los cabos de Bojador y de Nam a través de toda Guinea y más allá hasta la orilla meridional (Wikipedia, 2020b). Por cierto, en nombre de Dios. En nombre de Dios, se realizó el tráfico de esclavos negros de África Occidental, que obedeció, en gran parte, a que 1493 Constantinopla cae en manos de los turcos otomanos interrumpiéndose el flujo de esclavos proveniente del Mediterráneo Oriental y alrededores del Mar Negro, razón por la cual, los portugueses comienzan a traer servorum a lo largo de la Costa Occidental de África, en un comienzo hacia Europa, luego hacia América, en mayor escala en el Mar Caribe, el motivo primigenio: las plantaciones de caña de azúcar.

     A estas descabelladas bulas papales y vil prácticas y argumentos de los hijos de Plutón, viene a ponerle la cereza al pastel de injusticias y subyugaciones; la obra: Crónica del Descubrimiento y Conquista de Guinea y otros Relatos de Alzurara Gomes Eannes  escrita en 1493 / 1988 dedicada al Rey de Portugal, donde sostiene la teoría sobre la maldición de Noé a su hijo Caín, que recayó sobre la gente de ébano, calificadas de perversas y malvadas. Una tesis similar sostiene fray Juan de Torquemada en su obra "Monarquía Indiana" escrita en 1615 / 2013, donde expresa la desigualdad racial como imposición divina, por lo tanto merecían ser esclavos. Se conjugaron en esta empresa el trígono: Pontífice-Rey-Asentista…

     Mar Caribe, babel de lenguas. Caribe inglés, español, francés, neerlandés, creole, papiamento… El Mar de Zacarías que encierra el dolor de Alfida cantora de ingenios, con sus cantos apagaba su dolor; que ni con ensalmes ni oraciones era posible; pero sí, con los mantras de palabras desconocidas para los capataces de los asentistas ingleses; un cantar a veces llanto de camuflaje, pero que también es Mar. Dice Gloria Stolk de Alfida: “El mar era su padre, su protector, su amo… su marido. La vida se hizo soportable para ella desde que Alfida tuvo amores con el mar”. Con el mismo mar que ruge como león enfurecido en tiempo de huracanes, agua bendecida del sustento humano, también del misterio de la vida. Alfida es el tiempo bajo la Luna y el Sol, un tiempo indetenible, la vida poblada de recuerdos, porque a cada instante somos menos que ayer y más recuerdos que vida.

     Alfida volverá cantando. Alfida, transfigurada en Oceánide o Atabey, siempre cantarás, porque el canto fue alimento del alma en el ingenio que fue grillete y cárcel; amor y odio; risas y llantos. Que el asentista inglés nunca vio, pero el capataz sí, vio lágrimas y dolor en el ingenio azucarero, nunca se conmovió. La azúcar, Des Kapital, con que se construyeron los puertos comerciales de Bristol, Capital Verde Europea, y Liverpool de The Beatles. Puertos hechos de lágrimas negras, las lágrimas del dolor. Alfida nunca volvió, porque Alfida es mar. Nunca volvió del relato  surrealista de  Zacarías, que son los Cuentos del Caribe. Así me dijo el mar, mar de sirenas y tritones ahogados por la inclemencia de los negreros del triángulo maldito, del triángulo de la muerte por donde pasaron los vasallos del Rey Azúcar del Mar Caribe en una diabólica diáspora del tráfico inclemente del dolor, que ni los huracanes detuvieron.

    Mar Caribe, antropófago acuático, los que te pintan de bárbaro, de “comegente”, olvidan las “cuestiones del mar”, cuyo credo, es que en cualquier suceso de naufragio en el ponto, los que mueren serán pastos de los que viven, para salvarlos de la muerte inevitable. En otras palabras, señores: “Los vivos se comen a los muertos” (ley del mar). Esta era una vieja tradición de los marinos europeos desde tiempos lejanos. Que los conquistadores olvidaron y ocultaron. Para ilustrar este asunto, cabe recordar la historia del barco ballenero Essex, capitaneado por George Pollard, hundido por un cachalote en el océano Pacífico en 1820, y en vista de la desafortunada y desesperanzada situación, para sobrevivir se tuvo que comer a su sobrino que ya había muerto. Una historia por cierto que inspiró a Herman Melville para escribir su célebre novela Moby Dick.

     Alfida es el mar, es mare, es Pontus, por eso no volvió, porque siempre estará, y no dirá todo su misterio. Si lo dice, como señala Zacarías, será como clavar una espina de cactus en el pecho, como una historia triste de la niña Alfida, con su piel dorada, su boca gruesa y su eterna manía de cantar, como cantaban las mujeres en los ingenios azucareros para olvidar el dolor. Su boca lloraba soles, su rara desgracia el triángulo infernal: la espada, la cruz y la caña. Alfida nunca volvió ¿Para qué? Si siempre estará…

     Así me lo dijo el mar…

 

REFERENCIAS

 

Gomes Eannes, A. de. (1988). Crónica del Descubrimiento y Conquista de Guinea y Otros Relatos. España: Editorial Delgado Luís, José Antonio. (Trabajo original publicado en 1453).

 

Stolk, G. (2006). Cuentos del Caribe. [Así me dijo el mar] (2a. ed.). Caracas: Monte Ávila Latinoamericana.

 

Torquemada, J. de. (2013). Monarquía Indiana (3a. ed.). México: Universidad Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas. (Trabajo original publicado en 1615). [Libro en línea]. Disponible: http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/monarquia/volumen/01/mi_vol01.html. [Consulta: 2021 Abril 4].

 

Walcott, D. (1992). Discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura. La herencia remota. Las Antillas: fragmentos de una memoria épica (J. L. Rivas y N. Glass, Trads.) [Documento en línea]. Disponible: https://www.facebook.com/notes/graciela-laura-duca-cuca/discurso-de-aceptaci%C3%B3n-del-premio-nobel-de-literatura-la-herencia-remota-derek-w/1446294602291299/. [Consulta: 2021, Abril 4].

 

Wikipedia. (2020a, Junio 28). Dum Diversas. [Enciclopedia en línea]. Disponible: https://es.wikipedia.org/wiki/Dum_Diversas. [Consulta: 2021, Abril 3].

 

Wikipedia. (2020b, Julio 23). Romanus Pontifex. [Enciclopedia en línea]. Disponible: https://es.wikipedia.org/wiki/Romanus_Pontifex. [Consulta: 2021, Abril 3].

 

 

MUESTRA VISUAL

 

Leonardo Alvarado (Puerto Píritu, Edo. Anzoátegui, Venezuela)

 Indio Caribe Cumanagoto (2011)

Colección y fotografía Manuel Bas.

 

Jorge Romero (Petare, Edo, Miranda, Venezuela)

Mujeres en la playa (2011)

Colección y fotografía Manuel Bas

 

Poster on line: Licdo. (Esp.) Víctor A. Hernández

Edición: Víctor A. Hernández &  Manuel Bas

Caracas, D. C., Venezuela,  mes cuatro de 2021

                                                                         

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